miércoles, mayo 06, 2020

El alto precio que deberá pagar España a la UE por el problema catalán se verá reflejado en las ayudas por el coronavirus.

La UE miró hacia otro lado cuando policías y militares españoles (ergo europeos) abrían cabezas de jubilados que intentaban votar en un referéndum. Era la misma UE que había visto com en el Reino Unido sí permitía votar a los escoceses en un clima de paz y felicidad.

Realmente era cierto eso de "una Europa de dos velocidades" que se saltaron cuando permitieron que España entrara en la UE y en la moneda única.

A finales del 2017 y principio del 2018, España se convirtió en un estado autoritario dentro de la UE, destrozando incluso los derechos más elementales de los catalanes (ergo europeos). El pueblo catalán estuvo sometido a un estado de sitio continuo. Luego vinieron las decisiones judiciales por las que se reventaron los derechos fundamentales de ciudadanos y políticos.

Y Europa seguía mirando hacia otro lado (no así sus jueces).


Muchos favores pidió España en esos meses a sus socios de la UE, algunos tan bestias como que Puigdemont no pudiera recoger su acta de eurodiputado. Una vez más, el modelo de democracia y libertad de las instituciones europeas perdía su reputación por culpa de unos españoles rabiosos.
Vimos también como en España se publicaban documentos de comisarios europeos que eran falsos, pero que nadie desmentía en Bruselas... 
Sí, hay que reconocer que la UE decidió ponerse al lado de España aunque su actitud apestara.


Pero todo ese juego sucio quedó marcado en al institución europea, su prestigio ha quedado dañado y el problema catalán sirvió como excusa para que algunos países se hayan distanciado del centro de poder europeo y que El Reino Unido se haya largado. 

Fueron muchos los estadistas que dijeron que no solucionar el problema de Catalunya ponía en cuestión el proyecto europeo. Muchos otros se lo tomaron a risa: ¿cómo una región de 7,5 millones de habitantes podía alterar siquiera un milímetro el equilibrio europeo...
Pues miren cómo está la UE...

La crisis brutal del coronavirus (desigual entre los países de Europa) ha dividido más a la UE. Los miembros del norte y del este (y el grupo Visegrado) les de igual la suerte España, Italia y Francia. No van a poner ni un céntimo más para rescatar a países derrochadores y que no respetan sus propias leyes (como España).

Evidentemente la factura tendría que pagarla otra vez Alemania, pero va ser que no...  Ayer mismo el Constitucional alemán avisaba al Banco Central Europeo que tener 250.000 millones de euros en deuda española es un fraude de ley, que ese no es el cometido de un banco central europeo.
Es más, las normas del euro son bien claras, para que el valor de esa moneda no se devalúe debe haber una contención de déficit cercano al cero.  España se ha saltado esa reglas siempre, incluso no ha cumplido con las prórrogas que le han otorgado y ahora anuncia que su déficit será del 10% sobre el PIB...

Y, una vez más, Europa le dará vidilla a España, aunque es la crónica de una muerte anunciada.
Con ese déficit, España no puede estar en la eurozona, no hay otra, y todos esos países que miraron hacia otro lado cuando se atacó al pueblo catalán, ahora girarán la cabeza y dirán "hasta aquí hemos llegado".
Es más ese déficit español, hace que los países del este retrasen su entrada al euro. A ellos les piden contención del gasto para entrar y a España le permitirán que tenga 125.000 millones de euros en números rojos...
España es un palo en al ruedas para la ampliación del euro.
Es un cáncer que hay que estirpar. Un coronavirus...

No habrá ayuda gratis para España, todo el dinero que llegue deberá devolverlo y al mismo tiempo tendrá que hacer unos recortes jamás vistos si no quiere que la expulsen de la eurozona.

Decían que una Catalunya independiente saldría del euro y no podría pagar las pensiones.
Eso es exactamente lo que le ocurrirá a España.

1 comentario :

Expulsionista forever dijo...

El hecho de que España esté o no en la eurozona es irrelevante. Lo relevante en este asunto es si pagará las pensiones; de hecho es improbable que eso pase.