Todos ustedes sabrán que, en la fallida transición, todos los que colaboraron con el franquismo salieron de rositas, no solo eso, siguieron ocupando sus altos cargos como funcionarios o políticos, y los han seguido teniendo sus hijos y familiares.
En España no se derrotó al dictador, no vimos como se le fusilaba a él y a los suyos como al matrimonio Ceaucescu. No se expulsó a su familia como hicieron en Grecia con la exreina Sofía...
Aquí tragamos con los Franco y su patrimonio robado al pueblo continua siendo suyo.
Es más, el vil criminal de Franco yace en su pirámide construida por prisioneros de guerra.
En un principio, esos franquistas como el Martin Villa o Suárez, se "escondieron" en partidos que se hacían pasar como centro, cierto es que realmente tenían una ideología centrista, quizás para esconder su pasado.
El partido socialista, en sus ansias de poder, no dudó en cargarse a la UCD sin piedad, fomentando con ello que todo lo que había a la derecha de la izquierda se refugiara en el PP.
Los años han pasado y nada ha cambiado, los hidalgos funcionarios pertenecen a las mismas familias y toda la estructura de estado se decide en los ministerios, independientemente de que mande el PP o el PSOE.
Cuando el PP está viendo que ya no tiene capacidad para convencer al votante cabreado (en España el amo y el trabajador votando al mismo partido...) ha vuelto a esos orígenes que tenía un tanto disimulados ante la maraña de derechas que había en su partido, ha vuelto al franquismo más rancio y guerracivilista. La conferencia de Aznar nos demostró que son unos fachas enloquecidos, que por nada del mundo quieren que, ese paraíso fiscal que es Madrid, pierda un ápice de su poder económico. Un poder que curiosamente ha visto incrementar en democracia a base de brutal y sistemático expolio.
Estos días andamos un tanto afligidos ante la noticia que la mayoría de empresas instaladas en Catalunya pagan sus impuestos autonómicos en Madrid, un hecho que debería hacernos meditar un poco si nuestros políticos catalanes han hecho lo suficiente para que eso no ocurriera. Lo cierto es que, en Madrid, se han ido instalando empresas que nacieron con capital períferico o por privatización, nada de lo que hay instalado era suyo, pero desgraciadamente ahora lo es.
Todo este expolio continuado se basa en una víctima principal, Catalunya. El estado ha encontrado varias maneras de reventar la economía catalana sin remordimiento, bien al contrario, con inquina. Por un parte expolian, por otra no invierten, luego pagamos peajes, no dejan prosperar al puerto y aeropuerto, se apoderan de nuestras empresas y, las que no consiguen que se trasladen, al menos logran que lo haga la sede mercantil. Díganme ustedes que parte del mundo recibe este trato después de ser esquilmado con el 8, 9 o 10% de su PIB...
Como podrán ver, utilizan todos los mecanismo para ejecutarnos, económico, social y cuturalmente.
Aznar habló con odio y rencor, dijo que
hacer un pulso al estado tiene sus consecuencias... Ya no sé que más pueden hacernos...
Como ya nadie en Catalunya habla del expolio, Aznar tuvo vía libre para decir que
el estado enemigo es el que llena la caja de la generalitat para que pueda pagar sus facturas...
Ole, ole y ole.
Este sujeto puede decir esto con tanta frivolidad, sencillamente, porque los catalanes llevamos 300 años dejándonos robar... Y ha empezado el 2015 y el estado seguirá robándonos.
Solo había una manera de refutar esas palabras y que hubieran aparecido en toda la prensa, que algún conseller hubiera dicho:
escucha, sabandija asquerosa con bigote, necesitamos préstamos porque nos robáis 16.000.000.000 al año...
Pero, como nadie dice eso, nadie se atreve, así estamos...
Cansado estoy que continuamente salga gente diciendo que
es que nuestro estilo no es este...
Ya, pero ellos robándonos y humillándonos...
Aznar fue claro, en España hay muchos franquistas que siguen vivios y coleantes, tenían 30 años cuando murió el impotente dictador y ahoran tienen 70... La mayoría de ellos con hijos criados bajo el sentimiento de veneración al vil asesino.
Pues eso, el presunto criminal de lesa humandad envió el mensaje que todo lo que hay alrededor de Madrid es periferia, que debe ir convirtiéndose en residual, tanto en su economía como en su lengua, y rendir pleitesía al Reino de Madrid.
Y cuidado, acepto su actitud beligerante, ellos saben que, sin Catalunya, Madrid desaparece y España quebraría, lo malo es que en Catalunya no tenemos políticos que sepan responder con vehemencia y hostilidad. Más que nada porque, no sé si lo están observando, Catalunya está desapareciendo y quebrando...
Para el que no lo tenga claro, otros 4 años de PP y a Catalunya no la reconocería ni la madre que la parió. Lo terrible es que, con los independentistas separados y los votos soberanistas de IC convertidos al populismo de Podemos, hemos perdido una cuarta parte de nuestra fuerza.
Los servicios de inteligencia español han hecho muy bien su trabajo, han conseguido separar a los independentistas y en otros casos neutralizarlos.
En Madrid el independentismo ya no es portada, lo que más les aterrorizaba era una lista conjunta... Ahora saben que hay ocho meses y que quizás concurrirán 4 formaciones independentistas, mucho batiburrillo y tiempo... Tanto tiempo que dará para que todo se disuelva en Podemos, en luchas internas y en campañas electorales rabiosas.
Y, otra cosa, nuestra prensa, toda la prensa no vale una mierda, el tema de la semana era que Hacienda escondía las inversiones extranjeras en Catalunya, en cambio, todos lo periódicos de aquí han hablado de una okupa que se suicidó...
De repente nadie se acuerda de la que liaron todos esos sucios antisistema hace unos años en Barcelona... Eran auténticas batallas campales...
Una muestra que el catalán, los catalanes, a veces somos basura...
En fin, la ciudadanía catalana tiene mucho trabajo que hacer. Los políticos ya no convencerán a nadie, somos nosotros, cada uno de nosotros los que debermos hacer campaña en busca de una Catalunya mejor, una Catalunya con futuro.
Y, si no lo conseguimos, otro decreto de nueva planta nos espera... Pero luego no nos quejemos.
