Fíjense en la cara de Pedro Sánchez, vuelve a estar rabioso como cuando en la oposición tildó de supremacista al president Quim Torra por un párrafo de un artículo sacada de contexto. Pues ahora, con esa misma cara –entre chulo y paleto– dice que Junts es ultraderecha y que el PSC debe gobernar con los Comuns en Catalunya.
Es decir, NO acepta el resultado de las urnas y, en todo caso, NO aceptará un Govern con Junts dentro.
Y sé que se preguntarán ¿qué puede hacer para evitarlo?
Pues, más represión y la vida imposible a los políticos catalanes (hoy mismo lo hemos comprobado con la querella de Fiscalía a Roger Torrent por desobediencia).
Y hasta hoy también la Fiscalía no había recurrido el tercer grado de los presos políticos. Es la manera que tiene Pedro Sánchez de demostrar su descontento. Y, cuidado, estamos hablando de un chiflado que cree fehaciente que si queremos ver a los presos políticos y a los exiliados en casa hay que investir a Illa. Todo estaba planeado para que fuera el "sepulturero" el que anunciara la "pacificación" de Catalunya con ese indulto. Eso sí, cuando estratégicamente le convenga a Pedro Sánchez.
Por lo tanto, si no hay presidente del PSC puede ser que veamos alguna deferencia con los presos, pero seguirán siendo moneda de cambio o de chantaje en esa mesa de negociación inexistente. De momento no observaremos muchos cambios hasta los próximos presupuestos o próximas elecciones, algo no tan descabellado viendo la situación política.
Me explico:
Es muy posible que Pedro Sánchez vea con buenos ojos convocar elecciones después del verano, con la excusa que la recuperación del coronavirus necesita una legislatura entera. Tácticamente el momento sería bueno por las probabilidades de que C's se quede sin representación parlamentaria y que VOX suba hasta convertirse en la segunda fuerza. De este modo los socialistas conseguirían lo que siempre han buscado: poder pactar a "la alemana" con el PP (un Partido Popular que sería la tercera fuerza...).
Evidentemente, para poder hacer todo esto, no cabe el indulto, es más, la cabeza de Puigdemont es garantía para ganar unas elecciones. Pedro Sánchez quiere ser el presidente que consiga la extradición del President de la República de Catalunya, sabe el valor que tiene eso en la moral de los españoles. En cambio, el indulto le haría perder las elecciones; el pueblo ñordo no quiere paz con Catalunya, quieren venganza.
Sin olvidar que el PSOE ya ha sacado todo lo que necesitaba de ERC, incluso se podría dar el caso que un partido como VOX apoyara unos presupuestos para que el ejecutivo no dependiera de los independentistas, tal como hicieron con la votación del decreto de los fondos europeos.
Pedro Sánchez nunca indultará, sigue pensando que sería demasiado generoso con esos políticos de Junts que son una piedra en el zapato en el Europarlamento; son los únicos que hacen preguntas que comportan un desplome de reputación para España.
Puigdemont no puede volver como héroe, prefiere que lo haga como mártir. Desde Madrid han descubierto que las manifestaciones son entre catalanes y mossos. Que ambos se autodestruyen con odio mutuo. Incluso estratégicamente les va bien para mostrar una Catalunya violenta. Así que, al Gobierno Central no le temblará el pulso si puede mostrar públicamente la humillación de Puigdemont,
Por consiguiente, olvídense del indulto (por los varios motivos expuestos). Pedro Sánchez solo ofrecerá permisos a los presos. Y considerará una provocación un Govern 100% independentista. Este es el motivo por el que ERC quiere colarnos a los Comuns.
En fin, para algunos el silencio de la Esquerra es táctico. Personalmente pienso que simplemente están esperando a que alguien se autoexcluya.
En la DiBa hicieron lo mismo y ya saben cómo terminó...