Pues no, igual que siempre...
Aunque la catalanofobia hace que actualmente sea moralmente imposible apoyar la investidura de cualquier político español.
Hace años CiU y PNV daban estabilidad a los gobiernos de turno, es más, gracias a esos partidos España está en Europa. Eran épocas que el ejecutivo central igualmente engañaba y expoliaba a Catalunya (incluso más que ahora) pero no llevaba haciéndolo 40 años...
La Convergència i Unió de entonces se vendió barato, aunque puede justificarse porque desde Madrid le daban mucho valor a que nos dejaran hablar en catalán... Aunque la cuestión es que ni un maldito ministro de Fomento pidieron para sí... Y ese seny España se lo pagaba castigando a Catalunya cuando en Madrid había mayorías absoluta...
Mayoría que en España siempre ha conducido al terrorismo de estado, cloacas y corrupción...
Pero, como gente de orden, los de CiU volvían a caer en la trampa porque les interesaba la gobernabilidad de España, un país inventado que cuando hay vacío de poder siempre hay un militar que mete un golpe de estado (raro que no ocurra ahora...).
Bien, la cuestión es que hay mucha gente que añora esa CiU, incluso, con voz baja y desde Madrid, se atreven a comentar que Rajoy no hubiera tenido que negarle todo a Artur Mas cuando hablaron, ni siquiera cuando la Generalitat le envió el documento de los 23 agravios...
Todos conocemos a Convergència i Unió, con un pacto fiscal hoy tendríamos a Rajoy mandando...
La cuestión es que Catalunya y sus partidos han madurado, desde entonces hemos aprendido a base de hostias y engaños.
Aunque esta vez los socialistas vean a ERC como posible pardillo...
Espero que no caigan y haya nuevas elecciones, los tiempos han cambiado y las redes se encargarían de sentenciar al botifler. El mismo internet que nos descubrió diarios que ofrecen información no sesgada, digitales no subvencionados que por fin publicaron lo que los medios tradicionales nos escondían; que España nos roba 16.000 millones de euros al año.
Ya ven, 4 partidos, con batiburrillo de podemitas incluido, y siguen necesitando de los catalanes para investir a cualquier cafre.
Es más, la capacidad de negociación y sufrimiento que tenemos los catalanes no lo tiene nadie. Artur Mas se sometió a dos votaciones de todos contra él y ha dado un paso al lado. El Rajoy, por no hacer, no quiere ni ir a la investidura si no le aseguran que ganará...
Confío que los partidos políticos catalanes no ayuden a la gobernabilidad de la inmadura democracia española.
Y ahora me viene a la memoria esas palabras de Verstrynge cuando decía: por favor no se vayan, no nos dejen solos...