El magistrado Elpidio Silva no parece dispuesto a rendirse. El pasado fin de semana manifestó que tiene en su poder correos electrónicos que vinculan claramente al ex presidente Aznar con el tráfico de armas.
El juez Silva está intentando que los correos del ex presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, declarados "blindados" por instancias superiores de la magistratura, sean incluidos como prueba clave para defenderse. De tales correos se puede deducir con toda claridad que Blesa no es el único protagonista del affaire que motivó su procesamiento e ingreso en prisión. En los correos aparecen dos personajes que le dan un giro de 180 grado al asunto: Aznar y su yerno Agag.
El Consejo General del Poder Judicial multó con una sanción de mil euros al juez Elpidio Silva por hablar del caso Blesa con la prensa. La multa llega cuando Silva, que está suspendido por mandar al banquero a la cárcel, ha vinculado al ex presidente de Caja Madrid con la trama Gurtel. Elpidio Silva asegura, igualmente, que existen emails que vinculan a Aznar con el tráfico de armas.
Según informan algunos medios -pocos, por cierto, dadas las repercusiones de la denuncia del magistrado- los correos electrónicos a los que alude están relacionados con operaciones de tráfico de armas en las que aparecerían implicados Aznar, a los hermanos Agag y otros. "En el centro de todas esas operaciones se encuentra el imputado Blesa”, mantiene el juez Silva -. Los e-mails revelan muchos más datos. En ellos se habla "de la compra de lealtades para buscar apoyos políticos y fraguar negocios dudosos y entroncan a Blesa y Aznar en la trama Gürtel, vinculada al pago de facturas que habría realizado Caja Madrid".
En varios de esos correos se habla de extorsiones aceptadas por el propio Blesa. "La actividad del imputado no se circunscribía a la gestión de la Caja, sino que además comprendía actividades extravagantes relacionadas con cuestiones personales, tráfico de influencias y extorsiones aceptadas por el propio imputado", afirma contundente Silva.
Las últimas declaraciones del magistrado sobre los correos electrónicos constituyen un importante paso adelante en la dura batalla que el juez está sosteniendo contra el todopoderoso banquero. El magitrado Silva esta librando su contencioso judicial en condiciones muy adversas. Blesa había logrado tejer alrededor suyo una solida red cuyos pilares de apoyo estaban constituidos por partidos políticos y sindicatos institucionales. Aún hoy, Elpidio Silva continúa denunciando fuertes presiones sobre su persona. "Me encuentro sujeto a presiones que yo no tendría por qué soportar y estoy trabajando en condiciones muy difíciles".
No por casualidad, en los ámbitos de la "izquierda" institucional se ha aplicado una hermética sordina a la refriega que libra en solitario el magistrado. Como es conocido, después de que el juez Silva se atreviera a meter al ex banquero en la cárcel fue acusado de prevaricación y delitos contra la libertad individual.
La cuestión de los correos no es una novedad en el "caso Blesa". Silva ya los había utilizado para poner de manifiesto la más que dudosa gestión de Blesa en la entidad bancaria que dirigia . Sin embargo la fiscalía, obrando a favor del imputado, como ya hecho en el caso de la infanta Cristina, prohibió a su defensa acceder a los mismos, por "contener aspectos personales".
Por su parte, mientras Aznar ha guardado silencio, Alejandro Agag declaró, como no podía ser de otra manera, que la acusación contra él y contra el presidente Aznar "sólo existe en la imaginación del juez", y añadió que "estudia" adoptar acciones legales contra Elpidio Silva.
Sin embargo, el asunto del tráfico de armas en el que se implica al ex presidente del gobierno José María Aznar no es novedoso. Hace unos meses, el ex Secretario General del Sindicato Unificado de Policía (SUP), mayoritario en el cuerpo, José Manuel Sánchez Fornet, acusó a José María Aznar "de haber vendido armas a ETA". Sánchez Fornet, implicaba también a Mariano Rajoy, que ostentó la cartera de Interior, así como a Federico Trillo, ex ministro de Defensa. No obstante, aquella denuncia aparecía de forma confusa y mal articulada, con elementos sueltos muy endebles. Daba la sensación de que el ex secretario general del SUP había escuchado determinados "ruidos", pero no conocía realmente donde estaba su origen. No son pocos los que ahora empiezan a relacionar la denuncia formulada por Elpidio Silva con las acusaciones de Sánchez Fornet.
En América Latina, la célebre confrontación entre el fallecido presidente Hugo Chávez y el rey Juan Carlos empieza ahora a cobrar sentido. En aquella ocasión el presidente venezolano denunció las constantes injerencias que se estaban produciendo, no sólo en Venezuela sino en toda América Latina, por parte del ex mandatario ultraconservador español. Fue justo cuando Chávez trataba de explicar las actividades conspirativas de Aznar el momento en el que Juan Carlos Borbón interceptó violentamente la alocución del presidente bolivariano, y en un gesto que no tiene precedentes en las relaciones entre Jefes de Estado, lo mandó a callar. ¿Era injusto el fallecido Chávez cuando acusaba al ex presidente español de ser un fascista con actuaciones injerencistas en América Latina?
Los datos han estado indicando desde entonces todo lo contrario. En la actualidad, Aznar no oculta ya sus estrechas relaciones con personajes vinculados a la CIA y al Pentágono. Como es público y notorio, desde hace cinco meses Aznar y William S. Cohen, secretario de Defensa de EE.UU. hasta 2001, comparten el comité asesor del despacho de abogados DLA Piper. Junto a Aznar y al ex jefe del Pentágono se encuentra también en el consejo el director ejecutivo de la CIA hasta 2004 - número tres de la agencia durante la guerra de Irak - Alvin Bernard Krongard. ¿Son, pues, tan "increíbles" como mantienen los medios de la ultraderecha hispana las revelaciones del magistrado Silva?
(by: canararias-semanal.org)
No hay comentarios :
Publicar un comentario