Ada Colau permite que los locales de la playa de Barcelona se los quede un fondo buitre cuando había prometido que sería de los barceloneses.

La progre Colau ha decidió que la costa de la ciudad de Barcelona sea un área privada para multimillonarios.

Pero la sucia alcaldesa había prometido otra cosa:

Los propietarios del Hotel Arts (Archer Hotel Capital) han arrasado a golpe de talonario en la subasta de los locales comerciales de su entorno, propiedad del Estado (ley de costas). Una puja que se ha hecho en la delegación de Hacienda de Barcelona, donde los fondos financieros propietarios del hotel de lujo han barrido las ofertas del resto de operadores. 

Se han adjudicado provisionalmente 24 de los 26 lotes por 78 millones de euros. El precio de salida de todos ellos sumaba 68,3, que al final se han convertido en 93,3 millones recaudados por el Estado español. En juego estaban el casino y las discotecas Pacha, Catwalk y Bestial.

Los poderosos fondos inversores ABP (holandés), GIC (fondo soberano de Singapur) y Host Hotels & Resorts (EEUU) son propietarios de la inversora hotelera Archer Hotel Capital, dueños del edificio del Arts, que gestiona la cadena Ritz-Carlton. Mediante sobres cerrados hasta el 7 de octubre, abiertos hoy en la subasta, y a través de la firma Hotel Villa Olímpica SA habían ofertado el mínimo o precio de salida por espacios (como el casino, por 18,4 millones) que ya ocupaban ellos y sin competidores, a pagar a plazos. En cambio, han doblado y hasta triplicado precio de partida, ofreciendo pago al contado, para hacerse con el resto. Es el caso del restaurante Moncho's Marina (absurdamente dividido en dos lotes que sumaban 5,2 y por los que el Arts ha ofertado más de 8, o la discoteca Pacha, que estaba tasada en 6,5 dividida en dos lotes y por la que ha pujado a 13. Por la discoteca Catwalk, en los bajos del hotel y que partía de 2,9 millones, ha ofrecido 9. También ha doblado con creces el precio del Bestial, con licencia de 'disco' y restaurante, ofertando la misma suma.

Aunque, todo hay que decirlo, qué mierda de autonomía y de república frustrada es la que permite que España saque casi 100 millones de euros vendiendo la playa de Barcelona a fondos buitres... Se nos mean en la cara.