España a la altura de China es riesgo político.

(fuente:https://www.marsh.com/es/es/campaigns/political-risk-map-2019.html)



Una de las consultorías más importantes a escala mundial en la administración de riesgos, Marsh, anualmente publica el Mapa de Riesgo Político para que uno se haga una idea de dónde es más probable que surjan problemas y riesgos y qué debe tener presente a la hora de relacionarse con los estados. Los datos del Reino de España son demoledores.

Los estados reciben una puntuación de cero a cien: cuanto más alta, menos riesgo. Según la consultoría, España es el estado de toda Europa donde más ha bajado la estabilidad según el índice de riesgo político a corto plazo y acrecienta la distancia respecto de sus vecinos. De un 68,3 en 2018 a un 64,6 en 2019: cuatro puntos menos, una de las caídas más importantes a escala mundial, comparable a la de Nicaragua, Zambia y Mali.

De hecho, dentro de la Unión Europea, España es el cuarto más inestable, solo por detrás de Rumanía (61,9), Grecia (61) y Chipre (58,3). 

Cabe destacar que tanto en Chipre como Grecia, dos de los estados que son por debajo de España, les faltó poco para colapsar hace varios años. Un primer dato que muestra la magnitud del hundimiento de la estabilidad es que la caída es superior que la del Reino Unido en plena crisis del Brexit; de la de Italia, que tiene un gobierno con muchas tensiones y que incluye la extrema derecha; y la de Alemania, donde se vislumbra un futuro incierto por el final de la era Merkel.

Un segundo dato es que en España la inestabilidad ya había crecido el año anterior, según el informe de 2018, tras los atentados del 17-A perpetrado por las cloacas, el Primero de Octubre y la victoria de los partidos independentistas el 21-D . Por lo tanto, es un descenso que sigue a otro anterior.

Las causas de la bajada de estabilidad son diversas. Una de las principales es la fragmentación política, que a la vez también es una consecuencia. Hasta hace pocos años había un gobierno fuerte que redactaba leyes y que las aprobaba con mayorías cómodas. En la actualidad, los gobiernos son débiles, sin mayoría parlamentaria y con poca tradición de consensos y pactos, lo que ha contribuido a originar aún más inestabilidad.

El surgimiento de nuevos partidos de ultraderecha, además de contribuir también, es una consecuencia de la crisis del sistema político, carcomido por la corrupción. Ahora los grupos parlamentarios compiten por presentar una gran cantidad de iniciativas, pero sin grandes acuerdos y con muy pocas posibilidades de que se acaben aprobando.

El informe ya describía la situación como inestable a consecuencia de eventos tales como la moción de censura contra Rajoy, la dificultad de llegar a acuerdos y el hecho de que hubiera un gobierno socialista con muy poco apoyo parlamentario, que ya se preveía que no llegaría al 2020. Sin embargo, el análisis publicado aún no llega al resultado de las elecciones al congreso de este año ni la investidura fallida, que aún podría acrecentar más la inestabilidad política.

La situación de Catalunya también es considerada un factor determinante. A pesar de que se remarca que la entrada de los socialistas equivale a un talante diferente, también se dice que es improbable que se produzca ningún paso que permita resolver la cuestión. La posición respecto de Catalunya es en gran parte la desavenencia principal entre partidos y, al mismo tiempo, la resolución del conflicto abre la posibilidad de que se consolide un nuevo sistema estable. Sobre todo con C's y PP pidiendo que se aplique inmediatamente el artículo 155...