Del 2020 al 2022 (tres ejercicios) España tendrá un déficit de 350.000 millones euros. Es decir, si lo contamos como una empresa deberíamos decir: "unas perdidas de 350.000 millones".
España perdió en el 2020 unos 380 millones diarios...
Supongo que se preguntarán que si pierde una media de más de 110.000 millones de euros al año, ¿cómo es que no recortan por algún sitio...? Pues no, al contrario: suben el sueldo a militares, policías y casa real...
España sería un Estado fallido si no tuviera el paraguas de la zona euro.
Aún así hay que recordar que la UE metió a Rumanía dentro del Procedimiento de Déficit Excesivo. O sea, los rumanos muy pronto pedirán que también se incluyan a España dentro del PDE, es decir, los hombres de negro...
Pues eso, según el Banco Central Europeo la Comisión Europea tiene asumido que ni siquiera a cierre de 2022 España habrá conseguido bajar el déficit público del 8% del PIB -el máximo que se alcanzó en 2020 de media en la eurozona-. El resto de países se acercarán ya entonces al nivel del 3% que marca la diferencia entre el procedimiento de déficit excesivo y el preventivo, mientras que el español será todavía de más del doble. En concreto, pronostican un desfase presupuestario para España superior al 12% del PIB para 2020 (más de 140.000 millones de euros de diferencia entre lo que ingresa y gasta el Estado), del 9,6% para 2021 y del 8,6% para 2022, lo que sitúa al país a la cola de la Eurozona.
España también será campeona de Europa (zona euro) en aumento de deuda.
2 comentarios :
Está claro que es España petará, y cuánto más se infle el globo más fuerte será la explosión. De España no quedará ni el nombre.
Independentista 1-O: Sí la quiebra es evidente. Por cierto la España radial se muestra inviable cuando la climatología es un poco inclemente. La ubicación de Madrid geográficamente es inidónea y se ha agravado con la centralización de almacenes de distribución y logística en su área. Se cierra Madrid y hay riesgo de falta de suministro para el resto de la geografía peninsular. Un caos de gestión que deja además un millar de vehículos tirados en sus rondas. Los vuelos de Madrid se desviaron mayoritariamente a Barcelona menos el de las vacunas que se fue a Vitoria no fuera que tomara mucho más protagonismo el Aeropuerto de Barna.
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