lunes, septiembre 09, 2019

En julio, 1 de cada 4 turistas extranjeros prefirió Catalunya...

Tal como he explicado en este post, España ha visto perder turismo en el mes de julio.
Evidentemente también han caído las pernoctaciones, tanto en la suma total como en proporción.
Los turistas extranjeros van menos y menos días a la España calurosa y ultra...
Aunque la noticia buena es que gastan más...

Sobre Catalunya, aun perdiendo etapas de viaje, aumenta su porcentaje dentro del total estatal, pasando del 24,2% de los años 2017 y 2018 al 24,7% del total.




5 comentarios :

ART dijo...

La fantasmada de la inseguridad
"El problema de España no es el llamado" problema catalán ". En absoluto. El verdadero problema de España es él mismo"

https://www.elmon.cat/opinio/la-fantasmada-de-la-inseguretat_2070969102.html


Por eso hay que destruir España. Porque los españoles son son nuestros enemigos, y o Cataluña destruye España lo más rápidamente posible, o España (los españoles) destruirán Cataluña. Sólo puede quedar uno.

ART dijo...

Felipe, el yugo y las flechas
"El más brutal es que el único argumento que cita Felipe González contra las urnas en Cataluña son los Reyes Católicos"

https://www.elmon.cat/opinio/la-fantasmada-de-la-inseguretat_2070969102.html

https://elpais.com/elpais/2019/09/06/ideas/1567788069_700117.html


"Una parte de ese deterioro se debe a algo que ya he comentado y que me preocupa mucho. La falta de respeto, también en España, por las normas. Ese es un elemento fundamental de la crisis en Cataluña. Hay una parte de la representación política catalana, me da igual si es el 47% o el 52%, porque ese no es elemento nuclear, que cree que se puede saltar las normas. Por eso digo que da igual que sean el 47% o tengan la mitad más uno. ¿Qué pasa? ¿Que en ese caso pueden ignorar las reglas? No. Y si se hace en nombre de la democracia es todavía peor. La democracia está por encima de las reglas de juego, dicen. No. Las reglas de juego que hemos aceptado entre todos se pueden cambiar, por supuesto, pero por los procedimientos previstos para el cambio. ¿En qué ha contaminado este discurso la realidad de España? En que hay fuerzas políticas, como Podemos, que compran ese producto. Esa es una de las enormes dificultades, en mi opinión, para que haya una relación de confianza. Hay incluso algunos analistas, se supone que muy enterados, que dicen que es perfectamente posible pactar un referéndum específicamente catalán para decidir el futuro de Cataluña. En el marco constitucional no lo hay. ¿Es posible hacerlo cambiando la Constitución? Sí, pero ya advierto que yo me opondré a que se haga ese cambio. Porque no introduciría nunca en una reforma constitucional un elemento autodestructivo de lo que compartimos todos los españoles. Yo, personalmente, me opondría y llamaría a la gente a que se opusiera. ¿Por qué? Porque nos hace desaparecer como Estado, y detrás del Estado hay una realidad, un espacio público compartido que se llama España. ¿Desde cuándo está compartido? Desde cuando quieran. Desde luego, sí desde la formación del Estado moderno. Y mucho antes de la formación del Estado moderno, desde hace cinco siglos. Y antes de eso, ¿de verdad había Estado o había un demos divisible? Por tanto, ahí hay un elemento fundamental para comprender que no es que tengamos un problema territorial con una parte de la sociedad catalana representada por el independentismo, tenemos un problema que contamina a fuerzas políticas de otras partes del territorio que no tienen claro que las reglas del juego están para ser respetadas; incluso para cambiarlas tienen que ser respetados los mecanismos de cambio previstos. Es que son muy duros, dicen. Bueno, esto es lo que hemos decidido entre todos y entre todos tenemos que decidir si se cambia o no. Luego tenemos además la amenaza de Vox que todavía no se ha convertido en un hecho real, pero que claramente no quiere el Estado de las autonomías. ¿Tienen derecho a no quererlo? Sin duda. Por los procedimientos acordados. En fin, es evidente que debería haber un pacto mínimo constitucional con respecto a Cataluña. No es concebible que Ciudadanos, PP, PSOE… estén utilizando el tema para romperse la cabeza."

Conclusión:

España es fascismo, y los catalanes tiene que hacer lo que quieran los españoles.

ART dijo...

Seis y siete de septiembre: el aliciente para volverlo a hacer
«Reivindicamos positivamente aquellos días y todo lo que se hizo. Con independencia de que pasara después, y con orgullo. Porque había que hacerlo y por eso habían sido votados aquellos diputados »

https://www.vilaweb.cat/noticies/sis-set-setembre-editorial-vicent-partal/


Los mitos de las fronteras españolas
El discurso según el cual las fronteras españolas son las más antiguas y estables de Europa esconde una realidad mucho más compleja

https://www.vilaweb.cat/noticia/4111987/20130505/mites-fronteres-espanyoles.html

Anónimo dijo...

Independentista 1-O: Es brutal el discurso. El resumen efectivamente es ese los catalanes tienen que hacer lo que quieran los españoles

ART dijo...

Claro, el problema no es que la constitución no permita hacer un referéndum, si no que no quieren que se haga el referéndum de ninguna manera. Que no es un problema de constitución, si no de democracia. Que les importa una mierda lo que piense el 47%, el 52%, o el 100% de los catalanes, y que Cataluña no puede independizarse porque no les de la gana, porque saben de sobras que se les desmonta el chiringuito, y España deja de existir como país. Que Escocia se separa del UK y no pasa nada. Que el Sahara puede separarse de España y no pasa nada, pero que si Cataluña se larga, España está acabada como país. Que eso de la constitución, sólo es una escusa para que no se haga lo que no quieren que se haga de ninguna manera, porque los españoles saben de sobras que son unos mierdas, y sin nosotros no van a ningún lado. Por eso piensan igual los del PSOE, C´s, PP, o VOX, porque España es fascismo puro, y todos son unos mierdas. Por eso todos son unos fascistas.

"¿Por qué? - Porque nos hace desaparecer como Estado". ¡Claro que si!, porque España nunca ha sido un país de verdad.