Así castigaron Pedro Sánchez, Fomento y las empresas públicas a Catalunya en el 2018.

Los contribuyentes pagamos impuestos para que el Estado devuelva una parte vía servios o inversiones.
Normalmente, esas inversiones, que pueden ser desde subvenciones culturales a infraestructuras, se aprueban mediante presupuesto.
El no cumplirlo sistemáticamente representa una estafa, es entonces cuando la recaudación de tributos se convierte en un expolio confiscatorio.

Recordemos el articulo 31 del Título 1º sección 2º de las sagrada Constitución española:

1. Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio.

2. El gasto público realizará una asignación equitativa de los recursos públicos, y su programación y ejecución responderán a los criterios de eficiencia y economía.

3. Sólo podrán establecerse prestaciones personales o patrimoniales de carácter público con arreglo a la ley.

Es evidente que si Catalunya representa el 16% de la población, pero solo recibe el 10,4% de la inversión, quiere decir que se puede patear la Constitución si es para ir en contra de las necesidades de los catalanes.

Toda esta introducción viene a cuento porque IGAE ha publicado los datos de inversión del Estado en territorio catalán. Dicho documento muestra que la inversión que llegó a Catalunya del total regionalizable cayó al 10,4%. 
En 2017, con unos datos que tampoco fueron considerados positivos, ese porcentaje se situaba en el 13,2% del total. En 2016 fue de un 10,5% y en 2015, del 8,4%.
A eso le llamo expoliar, confiscar y tratarnos como una colonia.

Cuidado, que Catalunya, tal como he puesto más arriba, tenga el 16% de población y solo le llegue el 10,4% del total significa que hay otras comunidades en las que el Estado invierte más en proporción a su peso poblacional (del PIB ni hablamos ya...). 
Una de esas agraciadas fue Galicia con 1.040 millones de euros. Por delante de Catalunya también se situaron Madrid (1.126 millones de euros, un 9% más), Andalucía (1.101 millones). 
Catalunya recibió 757 millones (de 1.312 millones comprometidos).

Por cierto, otra prueba de la tomadura de pelo es que, de esos 757 millones, 566 millones fueron de empresas estatales. Es decir España invierte para sí misma en Catalunya....

Y, como curiosidad, de los 5.000 millones que España debe a Catalunya por Rodalies, el año pasado llegaron 103 millones...


Veamos los datos.

Distribución territorial inversiones.
-Gastos ministeriales:

Supongo que, igual que yo, se habrán fijado en lo disparatado de esa inversión en Madrid, un 213,6% más de lo que debía tocarle.
Veamos adónde fue a parar esa sobreinversión:

Evidentemente Fomento fue muy generosa con Madrid...
También Interior, Defensa y Justicia.

Y... atención, ¿adivinen dónde recortaron en Catalunya?
En Fomento, claro:

Sigamos con otras distribuciones.
-Sector público administrativo:

Como podrán ver, había una inversión alta en Catalunya que al final se quedó a medias.
Se trata del Consorcio del Centro nacional de Computación en Barcelona. Había presupuestado 20 millones y finalmente fueron 12...
Y el Sincrotrón, de 5,1 millones a 3,8...


-Sector Público empresarial:
Este es el apartado en que la empresas del Estado invierten para sí mismo. Normalmente en infraestructuras que les reportan beneficios que se quedan para ellas...

El sector publico empresarial castigó a Catalunya con la mitad de lo presupuestado. Supongo que es su venganza por ser separatistas (incluidos los unionistas).

Las mayores "rebajas" en Catalunya vinieron de empresas estatales que controlan la economía, ya sea por circulación de mercaderías o de pasajeros:

ADIF y AVE gastaron un 41% de lo que presupuestaron.
Zona Franca el 31,8%
Aeropuertos el 75%
Puertos el 48%
Carreteras del Estado el 64,1%

Así se destruye una economía...


Pueden ver todos los datos aparecidos en este post aquí: