La desidia del Gobierno de España está propiciando el golpe de Estado por parte de los poderes de Madrid.

El gobierno de España siempre ha intentado justificar el "ordeno y mando" de las élites institucionales bajo el mantra de la separación de poderes.

En estos últimos año hemos visto:
-como un coronel de la guardia civil ordenaba que las fuerzas de seguridad del Estado cargaran contra la población civil; algo no permitido por la UE, por cierto.

-como el poder judicial ha retorcido -o prevaricado- las leyes para encarcelar a los presos políticos o suspender sus derechos como tales. Decisiones y condenas que no han pasado la 'prueba del algodón' en tribunales e instancias europeas.

-cono el rey de España, con las cejas recortadas y maquillaje a lo "thunderbird", amenazaba al pueblo catalán.

-como la plebe analfabeta española despedía a las policías con el grito del ¡a por ellos! 
Y que más tarde recibían como héroes y agasajaban con regalos (algo también prohibido según el artículo 422 del código penal).

-como el Tribunal Constitucional hace la vida imposible a la Generalitat vetando por sistema todas las leyes aprobadas en el Parlament, incluso con nuevas facultades para asegurar el cumplimiento de sus resoluciones hasta el punto que puede censurar lo que un parlamento puede debatir o no.

-como una Junta Electoral puede cargarse a un presidente de una Comunidad autónoma.

-como un juez de un Juzgado Mercantil puede eliminar una web porque considera que no se pueden hacer listas voluntarias porque perjudica al que no quiere estar en ellas...

-como un Tribunal de Cuentas impone multas multimillonarias sin que se haya podido comprobar mediante facturas la malversación.

...

Ya ven que la mayoría de los casos que he puesto son anticonstitucionales, van en contra de la libertad de expresión y de los derechos humanos e incumplen varios tratados de la UE.
Creando jurisprudencias muy peligrosas y antidemocráticas.

Es decir, cuando todas las instituciones se alían para un golpe de Estado continuado, el Gobierno es residual.
Por ejemplo, imaginen que el Consejo de Ministros decidiera que la Junta Electoral no es nadie para obligar a un presidente que retire una pancarta, pues vendría el Constitucional y le daría la razón a la Junta Electoral...

Por eso, cuando todo el mundo ve que el ejecutivo es "can Pixa" es normal que la gente se manifieste a favor de violadores o que se proteja a nazis...

Y también es normal que un jefe de las fuerzas armadas pida de forma subliminal un golpe de Estado y que Pedro Sánchez sea encarcelado por traición.
O sea, un franquista que hasta hace "cuatro días" tenía a 50.000 soldados bajo su mando...

Sí, sí, tal cual, el general retirado de cuatro estrellas Fulgencio Coll Bucher, jefe del Ejército de Tierra entre 2008 y 2012 y actual portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Palma de Mallorca, cree que Pedro Sánchez es “un problema para la seguridad nacional” y que “los poderes del Estado”, a los que no identifica, “no deben permitir” que el presidente del Gobierno en funciones “ponga impunemente en peligro la legitimidad institucional del Estado” o negocie “una reforma del Estado de contenido y alcance desconocidos […] para quebrar el orden constitucional. Y ese es un comportamiento”, apostilla, “que ni es legítimo ni se puede consentir de un presidente del Gobierno”.

A continuación, recuerda que el artículo 102 de la Constitución permite que, a iniciativa de la cuarta parte de los diputados y por mayoría absoluta del Congreso, el presidente del Gobierno sea acusado ante la Sala Segunda del Supremo “por traición o cualquier otro delito contra la seguridad del Estado”.

En fin, esto ocurre cuando se judicializa un problema político.
Lo terrible es que no hay solución por todo lo expuesto. Todas las instituciones se protegen y retroalimentan. Y cuentan con el apoyo de los medios, unos medios que aceptarían una dictadura si eso asegurara la unidad de España.