Así destruye España el PIB de Catalunya. La falta de inversión estatal ha hecho perder más de 100.000 puestos de trabajo en Catalunya.

Informe de la Cambra de Comerç de Barcelona.

Catalunya es, con diferencia, el territorio del Estado más perjudicado por la distribución territorial de la inversión en infraestructuras y, además, esta situación se ha agravado en el reciente periodo de recuperación económica. Así se desprende del estudio monográfico Impacto económico del déficit de inversión en infraestructuras del Estado en Catalunya elaborado por el Gabinete de Estudios de la Cámara de Comercio de Barcelona.

El estudio analiza el impacto sobre la economía y la calidad de vida de los ciudadanos del incumplimiento por parte del Estado de los compromisos presupuestarios en materia de inversión en Catalunya. Asimismo, se listan los proyectos prioritarios y el coste de los mismos, y finalmente, se estima cuál es el objetivo de inversión en infraestructuras para el conjunto del sector público y privado que requiere Catalunya en el horizonte 2030 para llegar a una dotación del stock de capital equivalente al 19% del total estatal, y de esta manera, converger con niveles europeos. El stock de capital responde a la suma del valor de las infraestructuras viarias, ferroviarias, aeroportuarias, portuarias, hidráulicas y urbanas, tanto públicas como privadas, ya existentes.

Catalunya ha recibido históricamente un porcentaje estatal de inversión en infraestructuras inferior a su peso económico, pero desde que se inició la recuperación económica este déficit se ha ampliado. De hecho, el Estado ha invertido en Catalunya únicamente el 12% de la inversión regionalizada en infraestructuras de transporte en el periodo 2013-2018, un porcentaje que es bastante inferior al que recibió durante el periodo anterior (2.001-2.012), que fue del 16,5% en promedio. Esto viene a confirmar que Catalunya está perdiendo posiciones en el reparto de la inversión estatal en la salida de la crisis a pesar de ser una de las economías que ha liderado la recuperación, gracias al impulso exportador y del sector turístico, precisamente dos sectores intensivos en el uso de las infraestructuras de transporte.

Si no se garantiza una distribución de la inversión de acuerdo con criterios de eficiencia y de demanda, se está perjudicando a medio plazo la competitividad y la posibilidad de aumentar el potencial de crecimiento económico de nuestro territorio, afectando no sólo a Catalunya sino también al conjunto del territorio español por la fuerte interdependencia económica que existe entre las dos economías.

Catalunya ha recibido un porcentaje de inversión por debajo del peso que tiene en los indicadores de demanda en cada una de las cuatro tipologías de infraestructuras

El análisis de la distribución territorial de la inversión del Estado según el peso económico se puede complementar con indicadores de demanda, comparando si para cada medio de transporte la distribución territorial de la inversión se ha correspondido con la distribución del tráfico de mercancías y pasajeros.

Por Catalunya circula el 12% de los vehículos que van por carretera de competencia estatal (15% si únicamente se consideran los pesados), el 23% del tráfico de pasajeros ferroviario, el 20% de pasajeros de los aeropuertos españoles, y el 18% del tráfico portuario de mercancías. Esto significa que Catalunya debería recibir, como mínimo, estos porcentajes de la inversión estatal en cada tipo de infraestructura atendiendo al principio de demanda y uso. Pero la realidad es otra: Catalunya ha recibido el 9% de la inversión estatal en carreteras, el 13,1% de la inversión en ferrocarril, el 10,4% de la inversión en aeropuertos y el 15,7% de la inversión en puertos. En las cuatro categorías, la participación de Catalunya es bastante inferior a su peso económico (19%) y también al peso de la población (16%).


El impacto económico de la no ejecución por parte del Estado de una cuarta parte de la inversión presupuestada en Catalunya es del 3,3% del PIB y de 111.500 puestos de trabajo

No hay duda de que un aumento de la inversión en infraestructuras genera un impacto positivo sobre la economía, al igual que no haber ejecutado la inversión presupuestada en Catalunya ha generado una pérdida económica cuantificable en términos macroeconómicos. A partir de las tablas input-output para Catalunya, se ha estimado que si el Estado hubiera ejecutado el 100% de la inversión presupuestada en infraestructuras de transporte en Catalunya -por tanto, 9.451 millones de euros a precios de 2018- , la economía catalana habría recibido el siguiente impacto macroeconómico:

-Generación de casi 20.000 M € de facturación adicional en Catalunya
-Contribución al PIB de Catalunya en 8.000 M € (el 3,3% del PIB catalán)
-Creación / mantenimiento de 111.500 puestos de trabajo a tiempo completo
-Generación de 3.776 M € en rentas salariales
-Generación de 3.895 M € en rentas fiscales y cotizaciones
Naturalmente, un esfuerzo inversor como este no se puede hacer en un solo año, por lo que el impacto económico se debería repartir entre el número de años durante los cuales se realiza la inversión extraordinaria.


El coste de oportunidad de este déficit de inversión genera, además, múltiples impactos microeconómicos, que afectan a la calidad de vida de vida y la movilidad de los ciudadanos, como son, entre otros: la congestión de la red viaria , la accidentalidad por falta de ejecución de actuaciones en la red viaria y los retrasos por incidencias en la red ferroviaria de Cercanías.


Con el fin de poner de manifiesto que hay multitud de obras y proyectos esperando su dotación presupuestaria y su tramitación administrativa previa, el estudio incluye una recopilación sintético y ordenado sectorialmente de las prioridades en materia de infraestructuras básicas en Catalunya, de acuerdo con el criterio de la Comisión de Ordenación del Territorio del Consejo de Cámaras de Catalunya, con una estimación de la inversión total requerida de 15.200 millones de euros. En coherencia con los desequilibrios mencionados entre inversión realizada e intensidad de uso de las infraestructuras, para hacer realidad una Catalunya en red las prioridades pasan por la red ferroviaria de pasajeros y por la red viaria.


Con los datos disponibles, en Catalunya se localiza el 15,7% del stock de capital en infraestructuras del conjunto de España. Para eliminar el déficit acumulado alcanzando el 19% en la dotación de capital en infraestructuras que Catalunya tiene en relación a España en el horizonte 2030 y, por tanto, convergiendo con la dotación de los principales países europeos, la inversión bruta debería ser de 3.800 millones de euros anuales entre 2019 y 2030, con un volumen total de inversión acumulada bruta de 45.333 millones a lo largo del periodo. Esta inversión incluye el 2% de depreciación del stock de capital, que es un gasto necesario para mantener los activos en buen funcionamiento y mantenimiento, y para sustituir aquellas infraestructuras que han llegado al fin de su vida útil. Este ritmo de inversión bruta anual de 3.800 millones de euros -a repartir entre las tres administraciones públicas (Estado, Generalitat y sector local) e incluyendo el sector empresarial tanto público como privado-, supondría un aumento sustancial respecto a los 2.576 millones de euros de inversión bruta en infraestructuras que en promedio anual se ha efectuado en Catalunya durante el periodo 2001-2013.

Conclusiones
La provisión de infraestructuras en Catalunya necesita una revisión a fondo de los planteamientos de las administraciones públicas implicadas en esta materia, a partir del compromiso para mantener una visión a largo plazo adaptada a la realidad y comprometida con el interés general de la economía y de las personas. En primera opción esto ocurre porque la administración del Estado ejecute las inversiones de su competencia sin dilaciones: las que están empezadas, las que atrasadas, las que están paradas y las que están aún en algún estadio de tramitación administrativa previa a su efectiva ejecución.

Y, si se da el caso de que el sector público estatal no pudiera sostener el ritmo de ejecución indicado anteriormente debería transferir directamente a la Generalidad de Catalunya los correspondientes recursos económicos o los activos equivalentes, para evitar por todos los medios posibles generar una espiral de promesas presupuestarias incumplidas y que el déficit en la dotación de capital en infraestructuras de Catalunya amplíe en lugar de reducirse. Sin olvidar que, casi con toda seguridad, el contexto de limitación de los recursos públicos hará necesario replantear el conjunto de las administraciones las políticas de inversión con el fin de explorar vías complementarias a la financiación estrictamente presupuestario.


fuente:
http://premsa.cambrabcn.org/wp-content/uploads/2019/12/20191213_NP_Inversi%C3%B3-infraestructures.pdf

http://premsa.cambrabcn.org/wp-content/uploads/2019/12/20191213_PPT_D%C3%A8ficit-inversi%C3%B3-en-infraestructures_compressed.pdf