Aparece el primer borrador de la nueva constitución catalana.

Según parece... uno 10 letrados están trabajando en ello para que la transición hacia la libertad de Catalunya sea lo más corta posible y se eliminen las leyes decimonónicas y arcaicas del antiguo estado español.

Algunas de las ideas que han filtrado:

Artículo 1: «Catalunya es una nación. Esta nación se configura desde el punto de vista jurídico-político como una república».

Se trataría de una república a la alemana, con un primer ministro plenipotenciario y un presidente puramente representativo. De él para abajo, todos los cargos ejecutivos ejercerían sus puestos un máximo de dos legislaturas. Además, una agencia independiente controlaría todas sus adjudicaciones de contratos.

Se crearía una Agencia Catalana de Tributos que recaudaría todos los impuestos. A cambio, los ciudadanos podrían reclamar en los tribunales el acceso a vivienda, sanidad y educación. Y, aunque el texto reconoce la propiedad privada, introduce una llamativa salvedad: Estará sujeta a que cumpla una función social real y permitirá la expropiación de las propiedades especulativas.

País nórdico, tomar como ejemplo a Noruega y Dinamarca, coger lo mejor y trasladarlo a la cultura mediterránea.
Erradicar los déficits acumulados, como la burocracia, las comisiones o las corruptelas, el mejor modelo a seguir es el nórdico.

Involucrar al pueblo en la confección y aprobación de la Carta Magna (como en Islandia).

Los sabios catalanes quieren una una Carta Magna radicalmente distinta a la española, minuciosa y blindada en sus 169 artículos. De ahí que su cuarta inspiración sea la Constitución de EEUU, un mero enunciado de principios cuya interpretación ha ido variando con el tiempo.

El primer artículo zanja el gran debate de la última década: Cataluña «es una nación». A continuación, la define como una república desde el punto de vista político. Los jueces que elaboran la constitución han descartado una tercera vía, por lo tanto no se creará una especie de Commonwealth con Juan Carlos I en el lugar de Isabel II, que ejerce de reina de países independizados como Australia o Canadá.

La estructura del Estado imitaría a la alemana. Así, habría un presidente de la República «con funciones protocolarias y diplomáticas». Pero el verdadero cabeza de estado sería el primer ministro, con amplios poderes, a lo Angela Merkel.

Los 10 expertos acordaron desde el principio que habría limitación de mandatos. La restricción afectaría a todos los altos cargos del Ejecutivo. No se repetiría un presidente como Jordi Pujol, que se aferró al sillón durante 23 años (superados por los 24 de Ibarra en Extremadura y los 29 de Chaves en Andalucía) El máximo serán dos legislaturas.

Derecho a educación, sanidad y vivienda como un deber del Estado y se autorizará al ciudadano a reclamarlo en los tribunales.

Y no habrá Tribunal Constitucional.
...

La primera constitución catalana fue en el 1283, la última en el 1705 y la definitiva en el 2015

En fin, de momento, grandes ideas que, dentro de España, nunca veríamos ni hartos de tinto malo.

España está en quiebra y sin futuro, sólo la libertad puede crear riqueza y sabiduría. Estamos en un momento en el que ya es más importante conseguir la independencia que convencer a los de la 3ª vía. Sólo hay que mantener el porcentaje de independentistas, luego, una vez libres, los botiflers que se larguen a su España si quieren...
Y, si se quedan para sabotear la prosperidad de Catalunya, los echaremos o juzgaremos.

TENIM PRESSA I MOLTA IL·LUSIÓ!