Si el Constitucional alemán se pronuncia en contra del fondo de recuperación europeo, España terminará en una guerra civil.

Vayan sacando el dinero del banco e incluso transfieran sus planes de pensión a otros países. 

Si el Constitucional alemán crea un efecto dominó, España no verá ni un céntimo, una situación terrible para un Estado que depende del maná europeo para sobrevivir.

Todo eso ocurriría en una coyuntura golpista de Estado continuada desde la aplicación de artículo 155; esa caja de los truenos no era tan fácil de cerrar...

Los jueces y tribunales han tomado el poder prevaricando con la connivencia de un ejército cada vez más franquista y de unas fuerzas de seguridad del Estado corruptas y que votan a VOX. A todo ello añadan el terrorimo del fundamentalismo hispano hacia las formaciones presuntamente de izquierdas.

Un polvorín cuya mecha sería la no aprobación del famoso Next Generation.

Es más, el Constitucional alemán ha allanado el camino a los reticentes países del norte o frugales que desconfían de España y que ahora cuentan con un aliado jurídico de peso.

Esta decisión judicial del Constitucional alemán tendrá un impacto indudable sobre el proceso de ratificación por países, donde todavía faltan 14 países por someter a sus parlamentos el acuerdo del Consejo. Pero donde cobra toda su importancia es en el proceso de revisión de los Planes Nacionales que los países remitirán a la Comisión Europea el 30 de abril y, después, en la aprobación por unanimidad de estos planes revisados por parte del Consejo Europeo en los siguientes dos meses.

No hay nada seguro. Por eso el ejecutivo español no las tiene todas consigo, porque sabe el delicado ambiente guerracivilista que hay en la Meseta.

Y sin olvidar que todo esto ocurre cuando la UE ha demostrado su incapacidad para poder repartir vacunas entre su población, una vieja Europa que los ingleses hicieron muy bien de abandonar.

Repito, vayan preparándose para lo peor.