En los dos últimos años la Colau ha dado el cartel de Sant Jordi a un ilustrador bilbaíno y a una pucelana por medio de una agencia de Valladolid.

Colau odia el arte catalán. 

Barcelona, considerada la meca del diseño y de la ilustración, ve como cada año los carteles de la ciudad son ilustrados por españoles y, para más inri, por medio de una agencia de Valladolid, que se queda el 25% de la factura.

¿Se imaginan ustedes a catalanes de agencias catalanas haciendo carteles en Castilla y León?

Pero la acomplejada Colau cree que es moderno dar esos encargos a gente de fuera.

Y, evidentemente, la nueva marca del matriarcado barcelonés obliga a que no aparezcan hombres en los carteles. En un brutal acto de misandria.

Fíjense primero en el cartel del 2020 ilustrado por el artista bilbaíno David de las Heras.

Como podrán observar hay una chica demostrando su "Girl Power"; un chico de ambigüedad sexual, emo, gay...; una doctora con pelo corto, canoso y tez morena y un pobre hombre jubilado que lo máximo que aspira es ir a comprar cromos con sus nietos al Mercat de Sant Antoni. 

El hombre castrado...

Y el de este año de la ilustradora de vallisoletana Cinta Arribas.

Un dibujo de un chica (repito, los hombres están prohibidos) con rasgos infantiles y sin ningún tipo de atribución sexual (sin pechos, su silueta no provoca excitación). 

¡Joder!, si lo hubiera dibujado el Nazario de los 80, al menos le habría metido un enorme paquete de hombre (¿dónde está esa Barcelona canalla del travesti Anarcoma?).

Liberatore se moriría de hambre en Barcelona..

Resumiendo, prohibido "tías buenas" y hombres heteros...

Por cierto, la agencia Pencil de Valladolid es la que factura los encargos a 16.000 euros el cartelito y separado en dos facturas como le gusta a la Colau...

Aunque el de 2020 se pagó en única factura una...

Ya ven, la Colau engordando el PIB de la comunidad que no envía los Papeles de Salamanca...