martes, agosto 04, 2015

Igual que con el Guernica, España tampoco cumplió con la herencia del palacio de Marivent...

Todo el mundo sabe que España no devuelve lo que que incautó como botín de guerra o lo que expolió en sus colonias.
Pero en el mundo hay primos que todavía confían en el savoi-faire de España y regalan sus legados confiando en su buen uso o que, cómo mínimo, se respeten su voluntades...
¡ERROR!!!!!!!

Los americanos lo tenían claro, Picasso dijo que el cuadro era de la república española. No querían devolverlo, hubo mucha gente que estuvo en contra de que se entregara al estado español ya que de república nada... Más bien al contrario, una especia de democracia de baja intensidad con un jefe de estado impuesto por el vil dictador y criminal Franco.

Los americanos pecaron de inocentes y lo enviaron (ahora no lo harían) incluso, hoy en día, podrían pedir que volviera al MoMA. Picasso quería que su cuadro estuviera en El Prado y España nunca ha cumplido. En un principio lo metieron en un anexo al museo (Casón del Buen Retiro).
Una vez muerta Jacqueline Picassom el gobienro español se sintió libre para poder traicionar, una vez más, la voluntad del pintor malagueño. Trasladaron el cuadro al Reino Sofia para que el museo tuviera un obra de gancho.

Ya ven, con España hay que dejarlo todo bien atado y ni así...
Picasso quería ese cuadro en el Museo de El Prado de una España republciana y está en el museo Reina Sofia de una España monárquica...

Bien, esta introducción viene porque con el Palau de Marivent de Palma pasó algo parecido (¡cómo no!!!).

¡Gracias, generoso...!!!!
La finca fue construida por el arquitecto Guillem Forteza Pinya1 entre 1923 y 1925, por encargo del pintor Juan de Saridakis (también coleccionista de arte y mecenas), el cual, vivió en ella hasta su muerte. Su viuda, Anunciación Marconi Taffani, cedió la construcción y sus terrenos a la Diputación Provincial de Baleares en 1966, a condición de que se crease un museo que llevase el nombre del pintor, y que permaneciese abierto al público como museo para exhibir mil trescientas obras de arte de di­versas épocas, una biblioteca de dos mil volúmenes y un centenar de muebles de distintos estilos.

Estas condiciones se cumplieron hasta 1973 cuando la Diputación cedió la finca a los entonces Príncipes de España, hecho que provocó que los descendientes de Saridakis denunciasen a las autoridades a los tribunales de justicia por incumplimiento de condiciones de cesión, y recuperasen los bienes muebles del interior de la finca pertenecientes a su familia.

En concreto, el hijo de Juan Saridakis y su madre, Ana Marconi, interpusieron una demanda civil reclamando la devolución de todos los bienes del Palacio, entre los que se incluían valiosos cuadros de Delacroix (Cabeza de caballo), Picasso (Niño), Zuloaga, Sorolla, Goya (Retrato del general Palafox), Bernareggi, Joaquim Mir, Anglada Camarassa o el propio Saridakis; además de grabados de Goya, Durero y Frank Brangwyn; o aguafuertes de Chabiles y Lahoz.

Por si fuera poco, la colección de cerámicas estaba formada por más de doscientas piezas de Manises. Un fabuloso patrimonio artístico de incalculable valor.

La demanda se presentó en el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Palma de Mallorca, y en ella se aportaba, entre otros documentos notariales, un exhaustivo inventario de todos los bienes.

Finalmente, los Saridakis se salieron con la suya y pudieron recuperar todos sus bienes que, al parecer, se encuentran hoy depositados fuera de España. Anque no se preocupen seguro que el palacio tiene obras de Patrimonio Nacional...

Ya ven, lo que tenía que ser un museo y un centro cultural de primera es el lugar de vacaciones de los herederos de Franco...
Sin contar que le cuesta más de un millón de euros al gobienro balear el mantenrlo.


¡Joder! España todo lo malabarata, corrompe e incumple

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