Ese payaso llamado Manel Fuentes...

Siempre ocurre lo mismo, cuando a alguien lo echan por incapaz, por desastroso, por haber fulminado la audiencia, siempre es culpa de los otros.

Manel Fuentes en un bufón que descubrió Sardá para sus Crónicas Marcianas.

El oportunista de Fuentes quería convertir el programa enseña de la Radio Nacional de Catalunya en basura, igual que los espacios en los que semejante payaso ha trabajado.

Este tipejo, de tener "cierta" repercusión" en programas como La noche... con Fuentes y cia o la etapa más residual del Caiga quien caiga, pasó a engordar la telebasura dura y pura con Tu cara me suena o El número uno...
Incluso se atrevió en programas fracasados como Malas compañías en el que se incitaba al juego (algo más que una afición para Fuentes...). O en una mierda de concurso donde famosillos tenían que aprender a patinar sobre hielo (Desafio bajo cero).

El programa insignia de Catalunya Radio estuvo en manos de un imitador de segunda...

Veremos lo que tarda en despotricar de los catalanes o de su proceso hacia la libertad...

ANEXO POSTERIOR
Poco ha tardado en criticar a los catalanes en busca de la sopa boba española.

En una entrevista en LA RAZÓN:

– En un momento como el que vive Cataluña, ¿se puede realizar un programa en una emisora pública con libertad o hay presiones para decantarse por una opción política?

– Siempre hay presiones y no debes caer en ellas. Me voy contento porque hemos hecho una radio plural, no excluyente. El otro día me decían: «En otra emisora hacen una apuesta claramente independentista. ¿Tú por qué no?» Porque no. La radio pública debe ser de todos, no patrimonio de unos cuantos. El único patrimonio de un periodista es su credibilidad. Si la vendes por una presión, estás perdido. Cuando te acogen como de los suyos, quiere decir que eres el transmisor de los intereses de unos pocos.

– ¿Había diferencia entre su programa y, por ejemplo, el matinal de TV3 u otros espacios donde resuena la voz soberanista?

–No podía hacer eso. Tenía claro que no podía ser así. La frase que escogí como cierre para mi editorial, «bienvenidos a vuestra casa», debía ser verdad. No me habría permitido hacer «El matí de l'estelada».


YA VEN...