Madrid paraíso fiscal: El extraño caso de que el 40% de la inversión extranjera que recibe Madrid proviene de Luxemburgo.

Más de 6.200 millones de euros "invirtió" Luxemburgo en Madrid en el 2019...

Supongo que usted, caro lector, se preguntará ¿acaso están montando fábricas de coches luxemburgueses en Madrid?

No, nada de eso.

Pues ocurre que Luxemburgo y también Holanda son países de tránsito. Es decir, domicializan allí las estructuras de gestión sus activos en Madrid (España).

Todo ese dinero que viene de Luxemburgo no procede de Luxemburgo.

Sobre todo las empresas norteamericanas que quieren invertir en Madrid no se fían de España, solo el 10% lo hace de manera directa, las otras prefieren pasar por Luxemburgo o Países Bajos.

En definitiva, esos dos lugares de tránsito del dinero aportan seguridad jurídica, profesionalidad y tradición, son naciones de siglos de mercaderes, especializados en asesorar en la negociación de operaciones internacionales. Lo que había sido hace siglos Catalunya...

La pregunta del millón es: ¿que esas inversiones pasen por Luxemburgo u Holanda perjudica la economía de España?

Evidentemente sí. Porque apenas pagan impuestos. 

Por ejemplo:

Una multinacional estadounidense crea una sociedad en Holanda que actuará de matriz del resto de las filiales de la marca en otros países europeos. Los beneficios que consigan estas delegaciones pasan a la matriz que apenas tendrá que tributar por ellos. Si quiere deshacerse de alguna filial, por ejemplo, vendiéndosela a la firma nodriza de EE UU, tampoco le supondrá una gran carga fiscal. El sistema holandés, que tiene muy desarrollado los acuerdos de doble imposición, intercambio de información y acuerdos de inversión con otros países, también ofrece beneficios fiscales para los gastos financieros. Lo que favorece operaciones de préstamos entre matrices y filiales para rebajar la factura fiscal.

Ya ven, este es el bluf de la inversión extranjera que llega a Madrid.