"Su 'café para todos' es un compadreo insostenible"
=Sería osado que yo les diera lecciones a ustedes, porque Gran Bretaña también tiene mucho que aprender de sus errores.
-Podemos aprender juntos.
=En esta crisis europea cada país tiene sus propios problemas, y el de España ha sido su delirante boom inmobiliario y el crac.
-Ya convertido hoy en déficit galopante.
=Pero el problema español no es sólo de deuda pública y finanzas, sino también una crisis institucional y política.
-Me temo que menos reconocida.
=Pues deberíamos hacer preguntas incómodas sobre el café para todos español, un sistema de compadreo -como explicaba un artículo reciente de mi diario- que incentiva la formación de partidos clientelistas y grupos de interés centrados en su autoperpetuación y en el gasto del dinero público, un gasto por el que, en la mayoría de los casos, no responden ante los votantes.
-Menos mal que la UE les pide cuentas, pero también cae en sus compadreos.
=La unión monetaria fue mal diseñada. Debería haberse hecho después y no antes de la unión fiscal y bancaria. En sus inicios esos defectos fueron disimulados por la prosperidad del boom del crédito, pero el inevitable crac posterior los ha puesto al descubierto.
-Y ya llevamos cinco años de ahogos.
=Y aún estamos en medio, pero mejor, porque la UE ha empezado a responder iniciando la unión fiscal y bancaria. Y el Banco Central Europeo ahora está apurando al límite su capacidad de intervenir en los mercados.
-Por fin le veo optimista.
=Soy un pesimista precavido. Sólo apunto el comienzo de una sana reacción, pero también advierto de que, mientras esas instituciones tan necesarias para la normalidad se construyen, habrá riesgo e inestabilidad.
-¿Podemos volver a la histeria?
=Draghi ha sido valiente al diseñar nuevos modos de intervenir en los mercados, pero ahora los políticos tienen que responder.
-¿Cómo?
=Con reformas, no sólo con palabras. Todos dicen que apoyan el euro, pero ahora tienen que demostrarlo con iniciativas, aunque a veces les cuesten votos.
-¿Cuáles?
=Iniciativas como las de Helmut Kohl cuando apostó porque Alemania contribuyera a los fondos de solidaridad y cohesión europeos, que tanto beneficiaron a España. Los alemanes creo que ahora harán lo necesario -y Merkel en Grecia ha sido una señal-, pero a cambio de ese cambio de actitud pedirán aún más disciplina presupuestaria.
-Comprensible.
=Alemania ya hizo una durísima reforma laboral y recortes de su Estado de bienestar que le costaron a Schröder las elecciones, y ahora creen que les toca a ustedes; pero los alemanes deben aceptar que no todos los países de Europa pueden ser exportadores como ellos con su enorme superávit.
-Mientras, ¿Rajoy debe pedir el rescate?
=Sin duda: la pregunta es cuándo. Y me temo que tiene menos tiempo del que puede parecer. La clave es negociar buenas condiciones cuanto antes para sanear de una vez su sistema financiero y romper ese vínculo fatal entre deuda soberana y financiera y empezar ya a crecer y crear empleo.
-Ojalá.
=Pero que Rajoy no alargue el compás de espera, porque este tiempo muerto de cierta calma en los mercados podría volver a convertirse en un incendio en cualquier momento. No esperen a meter el gol en el último segundo y pronto verán como España puede volver a jugar en la Champions de la UE.
-Pues su diario no ha sido optimista y proeuropeo precisamente.
=¡Pero si en Londres nos acusan de proeuropeos! El otro día me presentaron aquí como "un europeo inteligente"; allí ese cumplido les hubiera parecido un oxímoron.
-Usted empezó como periodista en The Scotsman: ¿qué cree que votará Escocia?
=Mi diario y yo somos unionistas, pero antes que nada somos demócratas. Queremos que Escocia siga en el Reino Unido, pero aceptaremos lo que decidan los escoceses.
-¿Con ejército, moneda y monarquía británicas después de todo?
=Ya veremos. Tenemos dos años aún para hablar de todo eso. Y lo hablaremos.
-¿Habrá periodistas dentro de 20 años?
=Habrá periodistas, seguro; lo que no sé es si habrá diarios, al menos como son hoy.
-¿Cómo serán?
=Los diarios hoy tenemos problemas para transformar la audiencia en ingresos y yo no tengo ninguna fórmula secreta, pero hay que apostar por lo que sólo tienes tú. Y nuestro gran valor es proporcionar información económica fiable, puesta en contexto geopolítico. Y la opinión, con todos los puntos de vista reveladores y originales, sobre ella.
-Pero la publicidad se acaba.
=Migra a internet, pero también hemos de aprovechar que en formato digital se reducirán los gastos de distribuir en papel. Mire, a los periodistas nos encanta dar consejos a todo el mundo, pero tenemos que aceptar que nuestro propio negocio cambia y adaptarnos: la gran pregunta hoy en una redacción es quién crea valor y quién no.
-¿Usted cómo crea valor?
=Yo elijo cada día las noticias y la portada, y, como no admito presiones, no las recibo. Creo valor si logro que en mi diario se vean reflejados todos los puntos de vista -todos- sin partidismos ni servidumbres. Y le aseguro que eso no va a cambiar.
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