Catalunya crea su Banco público.

Catalunya sigue adelante con sus estructuras de estado.

La Generalitat de Catalunya ha aprobado un decreto ley por el cual autoriza al Instituto Catalán de Finanzas (ICF) a dar todos los pasos necesarios para su conversión en una entidad de crédito o "banco público". 

El documento aprobado hoy modifica y simplifica la actual ley del ICF para facilitar la transformación de este organismo para que, una vez autorizado, pueda operar como entidad de crédito en el marco de la Unión Bancaria Europea, con el fin de impulsar y reforzar el tejido industrial catalán.

Estos cambios permitirán al ICF constituir una sociedad anónima, segregando su rama de actividad financiera, con plena independencia respecto a la Generalitat y sus entidades. Así, esta rama quedaría sujeta única y exclusivamente a la normativa propia de las entidades de crédito, así como al control de los reguladores estatales y europeos. El ICF también podrá adecuar su estructura de órganos de gobierno a la normativa específica que dictan los organismos reguladores. El objetivo es que el ICF pueda quedar equiparado a las otras entidades de crédito que operan en el mercado financiero europeo, como los bancos, cajas, o el Instituto de Crédito Oficial (ICO).

La entidad que preside Josep-Ramón Sanromà nació en 1985 para facilitar el acceso al crédito al tejido empresarial catalán, sobre todo a pymes y autónomos, complementando de este modo el sector financiero privado.