La Catalunya independiente, una oportunidad única para crear un nuevo modelo de sociedad dirigido por los jóvenes.

Una vez más El País ha publicado un artículo que parece escrito por la Sánchez Camacho, solo le falta poner que los títulos universitarios no valdrán en la Catalunya libre...

Vuelven con el tema diciendo que la "independencia es imposible" y punto. Recuerda esas sesiones parlamentarias de cuando España perdió Cuba...
Aunque luego necesita justificar el porqué de esa quimera:
Ni el Consejo de Seguridad ni la Asamblea de las Naciones Unidas reconocerían a un Estado nuevo con esos atributos. Ni sería posible apelar para conseguirlo a ninguna Corte internacional.
...
Si Catalunya se independiza, Cataluña se va de la Unión Europea...
...
Y añade:
Luego está, claro, la imposibilidad jurídica subjetiva. La que resultaría de la negativa de una buena mitad de los habitantes de Cataluña a renunciar a su nacionalidad española y asumir la nueva.
El efecto frontera, las desastrosas cuentas públicas que la transición dejará abiertas, la desconfianza financiera internacional, las obligaciones que la nueva situación hará gravitar sobre el nuevo Estado (defensa, pensiones, deuda pública, etcétera), la pérdida del respaldo europeo, y la oportunidad de otros destinos más seguros y cálidos para emprendedores y ciudadanos (también turistas)

Ya está: hecatombe total...
Vayámonos para casa y no soñemos más.
Pero, lo que algunos ven imposible por la coyuntura actual, otros podemos verlo como el mejor momento para salir precisamente de ese "orden" catastrófico mundial.
Un mundo que soporta que 3 de cada 4 humanos se les coma la miseria.
Gracias por dejar que flotemos por el espacio sideral.

Sobre el artículo, creo que no vale la pena refutar sus aseveraciones, es más, compro todo lo que ha dicho el tal Francisco J. Laporta.
¿Y?
¿Se creará un agujero que engullirá toda Catalunya?
Creo que no.
Estamos viviendo una era de cambios en el que el pueblo está demostrando su hartazgo, en países que nos habían vendido que se vivía tranquilamente la gente ha salido a reventar la calle porque les han subido la tarifa del metro o la luz...

Una nueva generación que está cansada de que el 1% mundial tenga la mitad del dinero de todo el planeta. Que no quiere continuar con la mentira de un sistema financiero por el que el mundo adeuda 3 veces su PIB...
No lo ven justo ni lógico.
Esta juventud es la que ha salido estos días a las calles en Catalunya. Unos jóvenes que les da igual esa cosa llamada asamblea de las naciones unidas, la UE y la OTAN (por cierto, dudo que nos dejaran salir de esta última).

Continuemos.
Dicen los agoreros que la Catalunya independiente debería pagar aranceles, y lo dicen en un momento en que la guerra comercial nos afecta cuando la Unión Europea entra en conflicto con EEUU o Rusia.

Catalunya será lo que quieran ser lo catalanes y, donde no nos dejen entrar o estar, no estaremos. Sin aspavientos porque no nos quieren. Pero nosotros seguiremos estando en el mediterráneo entre España y Francia. En un punto tan estratégico.
Seguro que las mercaderías españolas irán por otras rutas. Y la mayoría de turistas seguirán viniendo. Y nosotros saldremos fuera con visado (se necesita hoy en día para ir a Tuquía, EEUU, Vietnam o Australia...).
Como si todo esto fuera tan grave...

Catalunya no está escondida en la mapa mundial como Osetia del Sur. No vale la pena competir en el juego del reconocimiento mundial. Hay países que ya nadie duda de su existencia y que no son reconocidos por todos los Estados del mundo como Kosovo, Israel o Taiwan.

Repito, no debe asustarnos eso de estar fuera de unos organismos que ya no podrán obligarnos a pagar las deudas de otros.
Sí, Catalunya nacerá con una de las deudas más bajas del mundo (si descontamos el FLA, cercana al 0%).
De acuerdo, es posible que la economía catalana se vea afectada en un principio, pero hay que recordar que los 16.000 millones que nos roba España no salen del aire, son de los impuestos que pagamos los catalanes.
España nos expolia la mitad y para que Catalunya recaudara la mitad que ahora, querría decir que los ingresos y gastos de los catalanes se reducirían prácticamente a la mitad. Cuidado, para que eso ocurriera no haría falta perder la mitad del PIB, con un 25% menos llegaríamos a esa situación. ¿Pero alguien cree que Catalunya perdería el 25% del PIB?
Es muy posible que quien lo perdiera fuera España...

Pero, vuelvo al principio, los jóvenes quieren otra sociedad basada en los productos de proximidad, cooperativas, el consumo colaborativo y repoblar las comarcas del interior o periféricas. Y es ese el modelo que debemos conseguir para la República de Catalunya.
Claro que tendremos a unionistas que intentarán reventarlo todo, pero ahí deberemos ser inflexibles: hacerles la vida imposible hasta que marchen a su querida España...

Necesitamos una sociedad limpia de fascistas y viejos reaccionarios. Y Catalunya podrá ser un modelo de gestión lo más descentralizado posible; las veguerías como Estados. Un país no alineado que pueda utilizar la moneda o monedas que más le convenga. O hacer unos presupuestos sociales sin que tengan como base el PIB, tal como ha hecho Nueva Zelanda.
Lo que algunos ven como imposible, nosotros deberíamos verlo como una nueva oportunidad.
España es un país quebrado, social y económicamente. Con ideas autoritarias bajo el poder de los herederos del franquismo.
El Reino de España no tiene un plan de futuro salvo que la UE y Catalunya mantengan su ruina. En cambio, los catalanes tenemos todas las posibilidades y puertas abiertas; algunas nos las cerrarán y otras lo haremos nosotros. Pero es bueno que el mundo sepa que incluso queremos ser independientes, aun viviendo peor que antes, porque hemos llegado al punto en el que todo lo que viene de España nos da ASCO.