Con su neolengua, la Junta Electoral Central actúa como el Ministerio de la Verdad en la novela 1984 de George Orwell.

Estamos muy acostumbrados a ver en plataformas de TV series distópicas como "El Cuento de la Criada", por cierto, con una sociedad muy parecida a la que tuvo España en la postguerra.

Pero lo que creíamos que era ficción o cosas del fascismo pasado y padecido, vuelven como si fueran la policía del pensamiento.

Lo que ha hecho la Junta Electoral Central, en un país normal sería un escándalo. Lo terrible es que la prensa de Madrid no denuncie la decisión de la JEC de prohibir a TV3 decir "presos políticos", "exilio" o "Consell de la República". Demuestra que esos medios son favorables a la involución democrática, ya les va bien vivir en un Estado autoritario.
Si ellos no luchan por la libertad de expresión ¿quién lo hará?

La cuestión es que se va convirtiendo en normal lo que son ataques a la libertad de prensa, de expresión y de opinión.
Por eso, cada vez nos acercamos más al 1984 de Orwell.

Realmente España lleva siglos practicando el doblepensar cuando reescribe su historia. Aunque no hace falta ir muy lejos, en el último lustro hemos escuchado eso de que "la Transición fue pacífica y modélica"...

Actualmente la JEC actua como el Ministerio de la Verdad.
Tal como dice wikipedia:
El nombre de Ministerio de la Verdad es un término equivocado, porque en realidad sirve al contrario: es responsable de cualquier falsificación necesaria de los acontecimientos históricos. Además de ser el encargado de administrar la verdad, el ministerio extiende un nuevo lenguaje entre la población llamado neolengua, en el que, por ejemplo, la "verdad" se entiende en el sentido de las declaraciones como 2 + 2 = 5, cuando la situación lo requiere. De acuerdo con el concepto de doble pensamiento el ministerio recibe el nombre correcto, porque crea / fabrica "verdad" tal y como la neolengua las define y entiende. El libro describe el falseamiento de los registros históricos para mostrar una versión aprobada por el gobierno de los acontecimientos.

El Ministerio de la Verdad está involucrado con los medios de comunicación, el entretenimiento, las bellas artes y los libros educativos. Su propósito es volver a escribir la historia para cambiar los hechos, y así adaptarse a la doctrina del Partido de la propaganda efecto. Por ejemplo, si el Gran Hermano hace una predicción que resulta ser incorrecta, los empleados del Ministerio de la Verdad deben corregir el registro para que sea precisa.

Y no solo sufrimos ese ministerio, luego viene el de la Paz (que realmente es el de la Guerra). Recuerden que desde Madrid vendieron que las fuerzas de seguridad del Estado no golpearon y vejaron a mujeres en el referéndum, más bien al contrario, eran fake news y pintura roja en la cara...

O el Ministerio del Amor cuya tarea es es reafirmar los sentimientos de lealtad y amor de los ciudadanos hacia el Gran Hermano utilizando como principales instrumentos para tal fin el miedo, la tortura y el lavado de cerebro.

En fin, depende de nosotros los catalanes si queremos vivir en esta anacronía o no.