martes, diciembre 09, 2014

Al mismo tiempo que Card-Rovira pide una lista conjunta para Madrid aparece Partal apoyando el no presentarse.

¡Cielos! ¡Lo terrible es que ambos tienen razón...!
¿Cómo puede ser que ideas tan antagónicas sean atractivas? Fácil, se ha roto la hoja de ruta... Hay un presidente que mostró el camino para la independencia en 18 meses y el otro actor necesario le respondió que quería unas elecciones normales basadas en listas separadas y lo argumentó con condicionales (lo juro, lo escuché).

Hay perros que no hay manera que hagan "popó" si les miras (habría mucho que hablar sobre la psicología canina) de la misma manera que hay políticos que de repente la cagan y se quedan tan "panchos"...

Cual caja de Pandora, la de las ocurrencias se ha abierto y esto ya no hay quien lo pare... En Madrid están en "fase carcajada" y nosotros sin esperanza...

En todo caso, si a los artículos de Carod-Rovira y el de Vicent Partal (apoyando la vía Claver) se les da un valor numérico se consigue la teoría de la unificación.



En fin, traduzco los dos artículos, por primera vez tenemos a la materia oscura y lo contrario:

Carod-Rovira:

La lista única parece ya inviable, sólo la reclama un partido y se discute que pudiera aportar más votos que con diferentes listas. Estas serían también listas de país, ya que esta condición no puede reducirse a una sola lista o una coalición de dos siglos. Si así fuera, las listas de CiU, ERC, CUP o ICV, por separado como hasta ahora, ¿no serían ahora una lista de país? ¿De qué país serían, entonces? No es muy habitual, en lugar de hacer listas con la aspiración de representar en exclusiva todo el país, el país mismo. En nuestro parlamento, esto no ha pasado nunca, pero sí que ha pasado en el Parlamento de España. Fue en 1907, con el gran movimiento unitario de Solidaritat Catalana, que reunía conservadores, republicanos de izquierdas y carlistas, una lista que representaba la transversalidad ideológica del momento y que consiguió 41 escaños de los 44 que había en juego.

La esperada inminencia de unas elecciones al Parlament, con todo el debate sobre el formato más idóneo donde deben meterse los candidatos por la independencia, no debería hacernos olvidar otras elecciones, las que tendrán lugar en la otoño de 2015, por el parlamento español. Si todo va como tantos catalanes esperamos, es más que probable que estas sean las últimas elecciones españolas a las que se concurra desde Catalunya. Habría, pues, que en este contexto excepcional, los partidarios de la independencia fueran con una sola voz y una sola candidatura, con una verdadera lista de país, ahora sí. Si en Catalunya tenemos proyectos diferentes sobre el país (sociales, económicos, culturales, medioambientales, democráticos) y por eso hay listas diferentes, en Madrid no se trata ahora de manifestar diferencias ideológicas, sino coincidencias nacionales, yendo como país y que así sea percibido en todas partes, aquí, en España y en todo el mundo. No tengo ninguna duda de que, en este caso, el éxito sería impresionante y que la mayoría de los 47 diputados y los 16 senadores que le tocan al Principado formarían parte de la lista unitaria.

Una lista así, para ir a las elecciones a los parlamentos estatales de España, sería interpretada como la expresión nacional de toda una sociedad, camino de su emancipación definitiva. Y tendría un carácter de gran voltaje político si, finalmente, muchos de los candidatos fueran personas con experiencia política en las instituciones españolas. Enviar a Madrid representantes conocidos, no de un partido o de otro, sino de un país, Catalunya, no requeriría muchos argumentos aclaratorios, ya que la lista se explicaría sola. Me refiero a una lista integrada, entre otros, por catalanes que han sido ministros, secretarios de estado, directores generales, delegados del gobierno, gobernadores civiles, embajadores o cónsules del gobierno de España, directivos del Instituto Cervantes, diputados y senadores de las cortes españolas, antiguos diputados del Parlamento Europeo o delegados de la Generalitat en Madrid.

Sería una lista para decir adiós y podría enriquecerse con nombres destacados de la cultura, la ciencia, la empresa, el sindicalismo, el mundo profesional, el deporte y representantes de la diversidad religiosa y de orígenes de los catalanes de hoy. Una lista así causaría un impacto enorme, verdadera embajada catalana los miembros de la que irían a Madrid no como progresistas o conservadores, sino como catalanes. Ellos serían la última representación catalana en la historia de España, expresión directa del movimiento soberanista existente en Catalunya y de las prioridades y estrategias establecidas por el gobierno de la Generalitat y nuestro Parlamento. Y como gesto simbólico que nuestro universo de referencias culturales y horizontes a compartir no se reduce a las hoy todavía cuatro provincias de España, estaría bien de incorporar algún candidato valenciano o de las Baleares. ¿Quién podría negarse a una lista así, más de país que en toda nuestra historia?

Vicent Partal:

Supongo que los lectores de VilaWEb que han seguido de cerca la polémica sobre la llamada 'vía Claver', esta propuesta innovadora que tanto hace hablar en las redes sociales. La propuesta, resumiendo mucho, consiste en forzar a los partidos soberanistas catalanes, desde abajo, a no presentarse a las elecciones españolas, que se supone que se harán el próximo año. La idea es mirar que se comprometen a no presentarse voluntariamente y, si es necesario -o sea, si no hacen caso y se presentan- simplemente boicotear los mismos no votándoles.

Las virtudes tácticas de la idea han sido suficientemente expuestas en el artículo de Andreu Barnils, por lo que no insistiré. Pero me gustaría exponer un argumento suplementario que no me parece banal: la 'vía Claver' recuerda a los partidos que el poder último de decisión está en la gente, y fuerza la dinámica partidista, restringiendo su notablemente el margen de maniobra.

Lo digo desde hace meses: el proceso de independencia funciona bien por la combinación de tres factores: una movilización popular única, una construcción intelectual afinadísima y la capacidad de los partidos políticos y las instituciones de acomodar jurídicamente la voluntad popular. Que nadie entienda, por ello, este texto como una ataque acrítico a los partidos. No lo es. Sin los partidos no conseguiríamos nada. Contra los partidos no conseguiremos nada.

Pero junto a esto es indiscutible que estas últimas semanas se ha hecho visible, e inevitable, un protagonismo superior de los partidos en la medida en que ahora hay sobre todo acción política e institucional. Ahora tocan elecciones, formaciones de gobiernos y planes inmediatos. Y por eso mismo son bien llamativos también las dificultades, irritantes dificultades, que aparecen cuando deben ser los partidos que han de tomar la dirección del proceso.

La 'vía Claver' es, aquí, ideal para el empoderamiento respecto de la gente. Porque mantiene la presión popular sobre los partidos políticos en un momento que inevitablemente deben ser los protagonistas principales. Se les pide que antes de las elecciones catalanas definan si renunciarán al congreso español o no y se les recuerda que habrá una campaña activa en favor de la abstención cuando llegan aquellos comicios. De esta manera, se les somete a una presión que podría ser muy intensa si la propuesta crece y se consolida. Asimismo, se les recuerda -y este hecho es el más importante- que ahora, en este momento histórico, sus aspiraciones partidistas tienen límites, unos límites que muchos de nosotros ya no estamos dispuestos a dejarlos atravesar.

END


¿Saben? La primera peli de Mad Max siempre me gustó mucho porque mostraba una sociedad a punto de derrumbarse, sin valores, en los que "cuatro" policías hacían su trabajo como podían.
En la segunda parte, es obvio que había ocurrido una guerra nuclear entre la primera y la segunda.
Fabulosa elipsis...

Y... ¿a qué viene esto?, pues no sé... a algo tendrá que dedicarse este blog...

Liebre llamando a bailarín...

4 comentarios :

Orde Pattonniana Cristiana Universal. dijo...

Algunes opinions pattonianes per desencallar el procés.:

http://www.elsingular.cat/cat/notices/2014/12/veritables_eleccions_plebiscitaries_105069.php

http://www.elsingular.cat/cat/notices/2014/12/no_es_hora_d_autofotos_sino_de_foto_de_grup_105068.php

Els pattonians aportant solucions.

Anónimo dijo...

Historial de spaincrisis / ayer-digo, hoy-Diego, mañana-digo, (...) (así hasta el infinito)
Fdo: FLAutista de Hamelín

Jordi Català dijo...

¿Hoy qué toca, digo o Diego?

ART dijo...

Jajajajajajajajaja