Y los imbéciles de los catalanes trabajando con PYMES...
El grupo metalúrgico Alcoa está haciendo saltar chispas en el sector eléctrico e industrial. Sus presiones para lograr más subvenciones a través de lo que se conoce como interrumpibilidad (sin el coitus...) han levantado suspicacias entre otros grandes grupos industriales, entre ellos Ferroatlántica, que temen un trato de favor por parte del Gobierno a ese fabricante americano de aluminio.
Ferroatlántica, sociedad controlada por el empresario Juan Miguel Villar Mir dedicada a la fabricación de ferroaleaciones, ha transmitido al Ministerio de Industria su disposición a iniciar medidas legales si detecta un trato de favor hacia determinados grupos, a costa de recortar lo que puedan recibir otros por la interrumpibilidad, un sistema con el que un total de 150 empresas se están disputando ahora 550 millones de subvenciones.
La retribución por interrumpibilidad se basa en la posibilidad de que los consumidores designados como interrumpibles puedan estar disponibles para modificar su demanda de energía, ante una petición del Operador del Sistema, en situaciones en las que un desajuste en el sistema pueda poner en peligro el suministro de energía eléctrica al resto de consumidores.
O sea, unas empresas reciben dinero por nada, como no hay sobredemanda no hay necesidad de cortarles la luz para que llegue a los hogares... Pero, acostumbradas a cuadrar sus balances con esas subvenciones, no quieren dejar perder esa milonga...
Por cierto esa subvención la pagamos entre todos en el recibo de la luz...
¡Toma ya! |
Los problemas empezaron cuando, con la reforma eléctrica, el Gobierno se propuso reducir esa compensación. Para 2014, la interrumpibilidad se recortó hasta los 550 millones. Para 2015, Industria, a cuyo frente está José Manuel Soria, apostó por un mecanismo de subastas a la baja para adjudicar contratos al mejor postor. De esta forma, se podría recortar aún más el coste y, de paso, se ahuyentaría el fantasma de las ayudas de Estado.
REE, grupo presidido por José Folgado, celebró una primera subasta en noviembre, adjudicando 2.000 megavatios por 350 millones. En principio, esa subasta debía ser suficiente. Pero Alcoa, cuya filial en España está presidida por Rosa García Piñeiro, no tardó en reaccionar, amenazando con despidos en dos de sus instalaciones, La Coruña (Galicia) y Avilés (Asturias), al perder competitividad.
Alcoa fue el principal adjudicatario de esa subasta con unos 100 millones. Pero es menos que los 200 millones que, se calcula en el sector, llegó a cobrar en 2013, ó los 150 millones de este año. Mientras que otros grandes grupos aceptaban el juego de la competencia de una subasta que, desde el punto de vistas técnico fue impecable, Alcoa activó toda su artillería institucional para lograr más.
De la factura de la luz salen estos sueldos... |
El temor entre algunos grupos industriales es que técnicamente se diseñe una subasta propicia para que la acapare Alcoa, troceándola en los lotes que encajan con sus instalaciones. El presidente del Principado de Asturias, el socialista Javier Fernández, dijo ayer que es Industria el que tiene "en sus manos" la supervivencia de la planta avilesina de Alcoa.
Mientras tanto, otros grupos se arman con datos que cuestionan a Alcoa. Según estadísticas que se manejan en el sector eléctrico, Alcoa consume alrededor del 20% de los 30.000 gigavatios que usan las 150 industrias interrumpibles, pero recibe un 27% de pagos por ese servicio.
3 comentarios :
Uff, eso del aluminio en España tiene tela. Hace muchos años me contaron unos de INESPAL (ahora ALCOA) una historia, que era increíble. Se ve que Franco se empeñó a hacer una fabrica de aluminio (creo que en Valladolid), donde no había forma de conseguir ni el mineral, ni la electricidad que necesitaba, con lo que era una ruina. Por otro lado, hace unos 15 años (creo), los de INESPAL hicieron huelga, y los cabrones, cortaron la electricidad de la fábrica (o apagaron todos los hornos, que es lo mismo), que es lo peor que le puede pasar a una fábrica de aluminio, porque los hornos son electrolíticos, y funcionan con electrodos metidos en el metal fundido. Si baja la temperatura unos grados, el horno se convierte en un bloque de aluminio con los electrodos metidos, con lo que hay que sacar el aluminio con martillos neumáticos, y queda inutilizada la fábrica un mes. A así que ALCOA, si ve que no puede obtener electricidad sin cortes (o con subvenciones), prefiere cerrar. Los trabajadores de ALCOA siempre amenazan a la empresa con apagar los hornos, con lo que supongo que están hasta los cojones de ellos. Es como si los trabajadores de IBERIA, amenazaran de cargarse los motores de todos los aviones, si despiden unos cuantos.
Joder ART, sabes de todo.
http://www.lne.es/aviles/2014/12/23/alcoa-fija-notario-minimo-ayudas/1690095.html
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