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Un gran escándalo sacudió la ciudad de La Coruña en este 2005 a raíz de la revelación de los hechos protagonizados por el alcalde Francisco Vázquez Vázquez, su esposa, sus hijos, su Gobierno municipal y la Organización Nacional de Ciegos Españoles y que ha quedado silenciado con la complicidad de la mayoría de los medios de comunicación locales.
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| La megalomanía de Francisco Vázquez es tan grande que incluso puso su nombre al paseo marítimo de La Coruña. |
El día 26 de septiembre de 1997, Francisco Vázquez de la Iglesia, Elena Vázquez de la Iglesia, hijos de Francisco Vázquez Vázquez, alcalde de La Coruña, y también su esposa, María del Carmen de la Iglesia, adquirieron el inmueble situado en el número 22 de la calle Tabernas, que también tiene fachada al Parrote, es decir, vistas al mar.Los hijos adquirieron para sí, y la esposa del alcalde lo hizo para la sociedad de gananciales que forma con su marido, el alcalde. Éste y su esposa adquirieron tres quintas partes del edificio, mientras que cada uno de los hijos se adueñó de una de las otras dos quintas partes de aquél.El edificio fue vendido por la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE). Vázquez, su esposa y sus hijos pagaron 781.315 EUROS (130 millones de pesetas de aquel entonces) por un inmueble de más de 1.166 metros cuadrados situado en la zona de la ciudad que actualmente se denomina, de modo muy expresivo, "La milla de oro".De esta manera, la casa fue adquirida a 661 euros el metro cuadrado, cuando actualmente, en esa zona de La Coruña, el metro cuadrado cuesta unos 6.000 euros.
Ruptura de un precontrato: En 1996, la Sociedad General de Autores (SGAE) había firmado con la ONCE un acuerdo para adquirir el inmueble de la calle Tabernas y O Parrote. La SGAE trasladó a La Coruña un equipo de arquitectos, técnicos y directivos para planificar la reforma del edificio, para convertirlo en la sede de la entidad en Galicia y en un centro cultural. Así que comunicó en el Ayuntamiento su intención de adquirir el inmueble y recabó información urbanística. Pero poco después, la ONCE, envió a la SGAE una carta notificándole que había decidido romper el acuerdo suscrito y rechazar su oferta. La carta con la que la ONCE informó de su decisión estaba fechada el 23 de abril de 1997.
La posterior venta al alcalde: Cinco meses después de esta comunicación, el alcalde, su mujer y sus hijos compraban el edificio a la ONCE mediante un contrato privado que, posteriormente, en diciembre de 1997, fue elevado a escritura pública en el despacho de un notario de A Coruña. Con motivo de estos hechos, y ante las dificultades para encontrar otro inmueble noble en la ciudad, la SGAE decidió trasladar su sede de A Coruña a Santiago.
Vázquez reformó la legislación en provecho de su edificio: En 1998, un año después de la adquisición, el Gobierno de Vázquez aprobó un nuevo Plan General de Ordenación Municipal (PGOM). Dicho Plan rebajó la protección que tenía el edificio, que estaba considerado Monumento Nacional y dotado de protección integral.La rebaja del nivel de protección del inmueble permitió realizar obras de adición en el edificio y su superficie pasó de 1.166 a 1.413 metros cuadrados.
Licencia de obras rápida y permiso ilegal para un vado: Francisco Vázquez rehabilitó el inmueble y lo convirtió en su residencia familiar. Para ello, su esposa solicitó una licencia de obras el 1 de febrero de 2002, que le fue concedida un mes después, cuando este trámite suele demorarse en el Ayuntamiento coruñés varios meses. Los trabajos realizados se presupuestaron en casi 255.000 euros. El Plan Especial de Reforma Interior de Ciudad Vieja y Pescadería no autoriza a uso de garaje-aparcamiento los locales de menos de 200 metros cuadrados de superficie y una capacidad mínima de siete plazas de aparcamiento. La superficie destinada a garaje en el edificio propiedad del alcalde es de 123,20 metros cuadrados. Pese a ello, el Gobierno local otorgó licencia de obras a Francisco Vázquez y familia el 1 de marzo de 2002.
Pleno Municipal Extraordinario: El día 16 de marzo de 2005, a instancias de la oposición, Francisco Vázquez convocó un pleno extraordinario que se celebró en el Palacio Municipal para aclarar las circunstancias en las que se produjo la compra de su casa de la Ciudad Vieja y la posterior rebaja del nivel de protección urbanística del inmueble. No obstante, la intervención del alcalde fue puramente retórica, pues aunque se refirió a fechas, cantidades económicas y expedientes administrativos en su interpretación personal de los hechos, lejos de aclarar las dudas que existían sobre la compra y la recalificación de su casa, abrió nuevos interrogantes.Francisco Vázquez basó su intervención en la protesta, porque considera «invadidas» su actividad privada y su ámbito familiar. Se presentó ante los concejales de la Corporación local como víctima de una campaña «ignominiosa» y advirtió a los dos grupos de la oposición, al PP y al BNG, de que "perdona, pero no olvida". Así mismo, negó un trato de favor por parte de la ONCE o que esta organización recibiese contraprestaciones urbanísticas sobre el edificio que alberga la sede de esta institución en los Cantones. La retórica del alcalde no desvirtuó los documentos. El alcalde definió los hechos como «MENTIRAS», «MAJADERÍAS» y «CALUMNIAS» y negó sin argumentar cada uno de los hechos referidos anteriormente utilizando el rodillo de su mayoría absoluta para dar por finalizado el debate.
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