Barcelona supera a Madrid en plazas hoteleras de lujo.

Dicen que en Barcelona viene mucho turista de chancleta, quizás sí, pero también mucho guiri que puede pagar plazas hoteleras de lujo.

Es más, Barcelona dobla a Madrid en esas plazas y eso que la capital catalana es la mitad que la española...

Quién lo iba decir...

Un informe de JLL constata que la popularización del hospitality de lujo ha generado 4.200 plazas en Barcelona y 2.700 camas en Madrid en los últimos diez años. 

A cierre de 2023, Madrid habrá incrementado su stock de habitaciones de lujo en un 51% hasta llegar a las 2.700 (es decir, todavía no las tiene).

Barcelona, por su parte, se mantiene como uno de los mercados hoteleros urbanos más consolidados de Europa. A pesar de las restricciones al desarrollo impuestas por la actual moratoria hotelera, la oferta de habitaciones de lujo de la ciudad está cerca de duplicarse a finales de este año respecto a las cifras de hace una década, alcanzando un total de unas 4.200 habitaciones hoteleras de lujo. Además, los nuevos hoteles de lujo se instalarán en zonas no tradicionales para este tipo de establecimientos. Es el caso del futuro SLS (una marca de Accor) en la zona del Fórum de la ciudad.

El sector mundial de hospitality de lujo está experimentando una transformación, ya que la popularidad de los hoteles de lujo ha aumentado con el incremento de la riqueza mundial y la prioridad que dan los consumidores a las experiencias inmersivas. El número de marcas y la oferta de hoteles de lujo han propiciado un aumento de las habitaciones de más de un millón en los últimos cuarenta años en todo el mundo. Los inversores se han dado cuenta de que los hoteles de lujo se han convertido en producto de inversión institucional y el cambio en las preferencias de los consumidores está dando lugar a nuevas oportunidades de asignación de capital.

A las 4.200 de Barcelona habrá que sumar las 490 del espectacular SLS Barcelona que se inaugurará con la Copa América del año que viene.

Barcelona es glamour, Madrid es esa decadente ciudad en que toreros vestidos de bujarrones torturan toros...

No hay color.