El consejero delegado de la empresa, Guido Dumarey, ha destacado el compromiso de Punch con un futuro libre en carbono a través de múltiples tecnologías basadas en la electricidad y en el hidrógeno.
"Las instalaciones en Barcelona son perfectas para las ambiciones de Punch, teniendo en cuenta nuestra necesidad de mano de obra cualificada y una sólida base de proveedores", ha subrayado.
En este sentido, el proyecto de la empresa pretende asegurar la mayoría de los empleos existentes en la actualidad, por lo que garantizaría 1.000 puestos hasta finales de 2023 y 2.000 hasta finales de 2025.
Punch, 100% propiedad de la familia belga Dumarey, es un grupo independiente con 40 años de experiencia en la industria automovilística y tecnológica. La empresa abarca desde transmisiones automáticas hasta motores y sistemas de almacenamiento y recuperación de energía, entre otros elementos.
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