Lotte, fabrica de baterías en Tarragona.

La compañía prevé empeza este año las obras de su nuevo complejo industrial en Europa, donde fabricará 30.000 toneladas anuales de elecfoil, un compuesto de fina lámina de cobre que es fundamental para las baterías de litio de los coches eléctricos. De entrada, Lotte prevé invertir 400 millones de euros y generar 200 empleos. 

Los cálculos de la empresa apuntan que la demanda del mercado europeo hará escalar el proyecto hasta una futura tercera fase, con lo que la inversión crecería hasta los 1.200 millones y sería menester contratar hasta 600 trabajadores.

El impacto que tiene el desembarco de los surcoreanos en Mont-roig del Camp, con 13.000 vecinos y al lado de Salou y Cambrils, es sustancial. La Generalitat de Catalunya ha catalogado la iniciativa de Lotte como “proyecto estratégico”. La inversión también cuenta con el apoyo económico de fondos europeos, ya que está incluida en el PERTE (proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica) del vehículo eléctrico. La empresa declara una producción actual de 60.000 toneladas de elecfoil, 40.000 salen de sus fábricas de Malasia y las otras 20.000 toneladas de las factorías de Corea. Los planes para Mont-roig contemplan, de saque, un volumen de 30.000 toneladas anuales. 

El elecfoil tarda entre un mes y medio y dos meses en viajar desde Asia al cliente europeo, según revela la empresa. Fabricándolo directamente en Mont-roig los plazos se acortan a poco más de una semana. Inicialmente, la inversión asiática en el municipio iba a correr a cargo de la empresa Iljin (ver aquí el post), hasta que Lotte adquirió y rebautizó la firma. La compañía se ha adjudicado una parcela de 44 hectáreas para desplegar su centro de producción. El solar está pegado a la autopista AP-7 y al corredor ferroviario mediterráneo. Por la cantidad de suelo disponible, y por las buenas conexiones, la ubicación se considera estratégica. En el consistorio indican que hay otros motivos de peso que ayudaron a atar la operación. Antes de decidirse por Mont-roig, los inversores surcoreanos meditaron instalar su base europea en Rumanía. Entonces, en cada visita a Tarragona, la comitiva de empresarios asiáticos fue convocada en restaurantes de Miami Platja, el núcleo marino de Mont-roig, que ofrecen luminosas vistas al mar.