Harvard estudiará la política de clústeres catalana como caso de éxito global.

En cambio, de la economía madrileña no hay que estudiar nada: se basa en el expolio, las corrupción, inversiones públicas improductivas y el efecto sede.

La Harvard Business School ha publicado un caso de estudio sobre la política de clústeres en Catalunya y su contribución a la competitividad del tejido empresarial. Un texto que destaca cómo los clústeres han tenido un impacto positivo “crítico” sobre las empresas catalanas y que Catalunya es una de las regiones más desarrolladas en este ámbito en Europa. 

Así lo dieron a conocer el investigador de la Harvard Business School Christian Ketels en el marco de un encuentro con los presidentes de los clústeres catalanes y representantes del ecosistema. El desarrollo de los clústeres —agrupaciones de empresas y agentes como universidades y centros tecnológicos de un determinado ámbito económico como los medios de producción agrícola, el deporte, los materiales avanzados o la moda— es una metodología para mejorar la competitividad de las empresas, entendiendo sus retos estratégicos y construyendo a posteriori una agenda de proyectos de cambio. 

En Catalunya, la Generalitat empezó a impulsarlos en 1992, algo que subraya la escuela de negocios: explica que “pocas iniciativas se han mantenido durante un período de tiempo tan largo” y los “fuertes indicios que este éxito en mantener activo este programa, refleja el valor que aporta a Catalunya y a su economía”. En este sentido, subraya que los directivos confirman que su participación en las actividades de los clústeres ha ayudado a sus empresas “de manera crítica”, ya que tienen mejores indicadores en ámbitos como la facturación, la creación de puestos de trabajo, la innovación o la internacionalización que las empresas que no forman parte de estas organizaciones.

El experto de la Harvard Business School subrayó que “Catalunya es una referencia global en la política de clústeres. Muchas regiones y países del mundo pueden aprender sobre cómo se han adaptado las políticas públicas y las estructuras de los clústeres a los cambios económicos y globales a lo largo de los últimos treinta años”. Ketels, un referente mundial en el ámbito de la competitividad empresarial, explicó que “hoy en día, Catalunya tiene una estructura de clústeres que cuentan con un liderazgo privado, que trabajan en estrecha cooperación con el Govern, a través de ACCIÓ, que lidera el ecosistema y ofrece soporte metodológico y económico con una visión global sobre qué sectores caracterizan mejor el tejido económico catalán. Por eso, esta política es un claro y efectivo ejemplo que puede servir de aprendizaje para otras regiones”. 

Los alumnos que estudiarán el caso catalán están especialidades en estudios de microeconomía y competitividad empresarial de cursos de MBA y másteres en Administración Pública (MPA), además de alumnos de estos cursos y de estudiantes de un centenar de universidades internacionales que colaboran con la Harvard Business School, que también tendrán acceso al estudio del caso catalán.