La cifra de negocio global de la industria del mobile game ascendió en 2015 a 27.520 millones de euros y, para 2018, se espera que alcance los 36.700 millones.
Si tradicionalmente eran Madrid y Valencia los principales polos de innovación, esta tendencia se ha trasladado hacia Barcelona en los últimos años. La ciudad condal se está convirtiendo en una de las capitales del gaming a nivel europeo.
Una prueba de la pujanza de la industria del mobile game -que según fuentes del sector, mueve alrededor de 250 millones de euros en España-, son los 1,45 millones que Omindrone logró hace casi dos años en una ronda de financiación cuando ni habían lanzando su primer juego. O los más de 13 millones que ha levantado Social Point, el gigante español de los juegos móviles, desde 2008.
La cada vez mayor penetración de los smartphones, unido al desarrollo de las capacidades de banda ancha y a la popularización de los juegos; hará que, poco a poco, estas plataformas arañen usuarios y cuota de mercado a las consolas.
En este sentido, los juegos móviles han conseguido algo que a las consolas tradicionales les costó años y muchos millones en publicidad: calar en todos los estratos de la población, independientemente de su edad y condición.
Según los datos de Newzoo, la consultora líder en la estadística del videojuego, la cifra de negocio global del mobile game ascendió en 2015 a 27.520 millones de euros y, para 2018, se prevé que alcance los 36.700 millones. Un negocio lo suficientemente rentable como para despertar el interés profesional de millones de jóvenes en todo el mundo.
En Catalunya la demanda de este tipo de profesionales es muy alta. De hecho, en muchos casos las compañías ni esperan a que los estudiantes concluyan sus estudios y los reclutan directamente en las universidades. La tasa de paro en la industria de los videojuegos es nula.
Una escasez de talento en vías de desaparecer gracias a la aparición de títulos formativos adaptados a la nueva economía, pero que por el momento obliga a las empresas a recurrir a profesionales de otros países.
Los 'players' del sector de los juegos móviles con sede en Barcelona:
Social Point. El buque insignia del sector del 'mobile game' en España está en vías de expansión. Para 2016, tienen previsto lanzar tres nuevos juegos con los que esperan incrementar su facturación un 50%. Para ello han apuntalado su plantilla que, en estos momentos, es de 275 personas.
Digital Legends. Se trata de uno de los principales desarrolladores de juegos móviles de gama alta del mundo. Entre sus clientes se encuentran grandes compañías como Disney o Electronic Arts. La firma está a punto de alcanzar los 30 millones de descargas y cuenta con 300.000 usuarios diarios.
Akamon. Fundada en 2011, la compañía catalana fue adquirida el año pasado por la canadiense Imperus Technologies por 23,7 millones de euros. Akamon ofrece más de 40 juegos tradicionales y de casino, un sector que mueve 4.000 millones de euros en todo el mundo.
Onmidrone. En 2014, con apenas seis meses de vida, esta start up española recibió una inyección de capital de 1,45 millones de euros. Algo nada habitual en España. Recientemente, la compañía ha lanzado su primer juego, Dwarfs & Dragons, con el que espera consolidarse en el sector.
Winko. La start up, planea lanzar a lo largo de este año su primer juego. A partir de ahí, según han explicado sus responsables, su objetivo es crecer. Primero, captando a más profesionales y, después, ampliando sus actuales oficinas para dar cabida a más proyectos.
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