La Comisión Europea insta a Catalunya y España a pactar cómo sería un Estado catalán en la UE y en qué condiciones se representaría el nuevo Estado a las instituciones europeas.
La Comisión Europea insta a Catalunya y España a negociar y ponerse de acuerdo sobre cómo sería un hipotético estado catalán en el marco de la Unión Europea, y no se pronunciará sobre las consecuencias de una declaración de independencia unilateral, al menos de momento. Así lo han asegurado fuentes comunitarias, que confirman que la independencia de Catalunya implicaría un cambio en los tratados europeos. Barcelona y Madrid deberían negociar aspectos como el número de eurodiputados de cada nuevo estado o el número de votos en las instituciones europeas y sólo después sería Bruselas que ofrecería su opinión legal sobre las consecuencias de todo ello y se iniciaría un debate con el resto de estados miembros.
Curiosamente la bandera independentista a modo de vaticinio lleva el color azul y una estrella europea... |
Muy distinto a como lo han publicado en España. Los medios del odio y del terror han dado la vuelta a la noticia siguiendo los intereses de un país desmoralizado...
La opinión oficial de la Comisión Europea sobre una posible independencia de Catalunya se mantiene intacta y "no ha cambiado", según ha asegurado este martes desde Bruselas el portavoz Olivier Bailly. En respuesta a una pregunta sobre la carta de la vicepresidenta Vivianne Reding al gobierno español, Bailly reiteró que Bruselas sólo se pronunciará "a petición de un Estado miembro" y cuando se detalle "un escenario preciso". La carta ha creado cierta polémica en Bruselas, y contradicciones entre los diversos portavoces, por si se había enviado en nombre de la Comisión Europea a título personal.
"El escenario concreto de la separación de un Estado miembro o la creación de un nuevo estado no sería neutral con respecto a los tratados de la Unión Europea, por lo que la CE expresaría su opinión sobre sus consecuencias legales de acuerdo con la normativa europea a petición de un Estado miembro que detallara un escenario preciso ", ha defendido Bailly. "No es el rol de la Comisión expresar una posición sobre temas de organización interna relacionados con diseños constitucionales de un estado miembro", añadió el portavoz.Fuentes comunitarias han explicado que el objetivo de Bruselas si el proceso independentista sale adelante es recibir un acuerdo interno entre Catalunya y España donde se detalle cómo se repartiría la deuda, cuántos eurodiputados tendría el nuevo estado catalán y la nueva España, cuántos votos les corresponderían al Consejo Europeo, en su tendrían silla al BCE, si se debería crear un nuevo eurocomisario o si el catalán debería incluirse como lengua oficial europea.Estos cambios, reiteraron las fuentes comunitarias, serían sujetos a un acuerdo con el resto de 26 Estados miembros. Hasta entonces, sin embargo, Bruselas rechaza pronunciarse sobre si una Catalunya independiente sería dentro o fuera de la UE, al considerar que es más neutral no hacerlo. De hecho, ni siquiera si Artur Mas sigue adelante con un referéndum con la pregunta propuesta hasta ahora: "¿Quiere que Cataluña sea un nuevo estado de la UE?", Bruselas no se pronunciará.El escenario descrito por estas fuentes implica la necesidad de un acuerdo entre Barcelona y Madrid. De momento, la Comisión Europea no prevé el escenario de una declaración unilateral de independencia. De hecho, en rueda de prensa el portavoz oficial de Barroso ha dicho que la CE rechaza "comentar cualquiera de estos aspectos de la situación". Pero si Catalunya quisiera salir adelante con un referéndum, tuviera la mayoría para hacerlo y no se consiguiera llegar a un acuerdo con Madrid, Bruselas podría verse forzada a expresar algún tipo de opinión.
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