Catalunya pierde inversiones por culpa de no tener un Estado propio; como prueba de ello es que la mayoría de las 17 ofertas que ha recibido la planta de Nissan no se aprovecharán...

Nissan tiene un activo profesional y unas instalaciones industriales de primera (y en una zona franca); eso no ha pasado desapercibido...

En un futuro próximo (actualmente también) las factorías compartirán espacio con diferentes marcas. En una misma industria se podrán desarrollar diferentes marcas y compartir piezas (ya ocurre).

La planta de Nissan tienen muchas novias desde que anunció que abandonaba Catalunya, lo que pareció un mala noticia, que España vendió con entusiasmo, ha sido un no parar de ofertas.

Volta Trucks, QEV Technologies, Inzile..., hasta una planta de baterías. Y así hasta 35 ofertas (17 firmes).

La cuestión es que la mayoría se perderán porque no podrán hacerse con la planta de Nissan. Es aquí cuando nos damos cuenta de lo importante de tener un Estado propio. Catalunya es una comunidad expoliada que no puede tener déficit y que debe pedir permiso al gobierno central para endeudarse. Es decir, no puede ahora buscar 2 o 3 mil millones de euros (o los que sean) en replicar "plantas Nissan" para que empresas de fuera se instalen en régimen de alquiler o como socios. Por no poder, la Generalitat no puede ni levantar almacenes para ellas..

El mundo está cambiando y es posible que para que marcas o empresas de ingeniería se instalen en tu país tengas que ofrecerles el equipamiento industrial, hasta para hacer baterías.

No estamos hablando de grandes marcas o alta gama, sino de empresas con proyectos de movilidad. En la nueva coyuntura asistiremos a nombres y logos, que jamás habíamos visto, en pequeñas furgonetas o vehículos eléctricos que se desarrollarán en plantas arrendadas. Incluso eso es bueno porque cuando un proyecto fracase, otro ocupará su lugar.

Quien tenga capital humano, instalaciones e infraestructuras se llevará el trabajo.

De momento Catalunya solo cuenta con la posibilidad del activo profesional porque los 16.800 millones que nos roba España, además de la falta de inversión crónica, hace imposible todo lo demás.

Perderemos el último vagón del último tren si no hacemos efectiva la independencia.