Las empresas extranjeras marcharon del Reino de España durante la represión a Catalunya: de 12.953 filiales a 9.741 (-25%).

Dijeron que las empresas se largarían de Catalunya, pero lo hicieron de España.....
Sí, el procés y la violencia policial tuvo repercusiones en la inversión extranjera productiva.

Ya dije entonces en este blog que España pagaría esas imágenes de policías reventando cabezas de jubilados o tirando de los pelos y golpeando en la cara a mujeres.

También todo el mundo vio como el heredero de Franco pedía, con voz afónica por la rabia y con los puños levantados, la represión contra el pueblo catalán.
Sin olvidar las imágenes de neonazis campando por impunidad metiendo palizas a independentistas.
De repente, España ya no era ese país de gente simpática e ignorante; su población se había convertido en violentos que vociferaban con todo su analfabetismo el "¡A POR ELLOS!".
El mundo descubrió que los españoles actuaban contra los catalanes como si fueran alemanes nazis persiguiendo judíos.

Y en esa mala imagen tampoco ayudó el que los jueces españoles retorcieran la ley llegando a la presunta prevaricación.
La seguridad jurídica es algo en lo que se fijan mucho cuando se instala una corporación en un país. Los empresarios quieren proteger a sus trabajadores.

Repito, el Reino de España ya no era un lugar atractivo, sobre todo para grandes empresas cuyos altos directivos vieron como, incluso, los colegios privados de sus hijos mostraban un nacionalismo español fatuo y trasnochado.
Y decidieron largarse...

En fin, un país con mala reputación pierde filiales de multinacionales porque, aunque estas sean liberales, no desean vivir en países repletos de paletos llenos de odio. El mundo aprendió de los males del fascismo, España todavía venera a los dictadores.
Y asía le va...