España no pedirá el rescate a Europa porque prefiere seguir robando a Catalunya...

“Es un gran acuerdo: logramos 140.000 millones para España, 72.700 en transferencias”, anunció el presidente Pedro Sánchez tras la cumbre de julio en Bruselas, en la que se pactó un préstamo de 750.000 millones para sacar a la economía europea de la quiebra del covid. Pero finalmente es muy probable que España nunca alcance la cifra de 140.000 millones. El Ejecutivo renuncia a casi la mitad de esa cifra por ahora: reclama las ayudas directas a fondo perdido, pero no pedirá –al menos a la corta– los casi 70.000 millones en préstamos. 

Los motivos:

-las compras multimillonarias del Banco Central Europeo (BCE) han reducido al mínimo los tipos de interés que pagan todos los países por su deuda; el Tesoro español ha emitido esta semana bonos a intereses negativos, por lo que los incentivos para pedir los créditos a la UE, por muy baratos que sean, se reducen.

-la condicionalidad asociada a los fondos sigue siendo un elemento de disuasión, así como la sospecha de que tarde o temprano Bruselas volverá a pedir ajustes a los países que tengan su deuda por las nubes (y en toda la franja Sur el endeudamiento público está por encima del 100% del PIB)

-y, aunque no lo crean, ni siquiera está claro que los países tengan capacidad administrativa para gastarse todo ese dinero. 

Así que España se agarrará al pájaro en mano de las ayudas a fondo perdido.

Más que nada porque seguirá teniendo barra libre para seguir expoliando Catalunya; evitarán el rescate empobreciendo a una población que tendrán atada mediante el voto cautivo de la limosna.