Un odio palpable.

Un odio palpable es una historieta que Richard Corben publicó en Creepy a principios de los 70. En España apareció en el Dossier Negro #55. Trataba de una criatura que mataba a la gente en una autopista; se nutria del odio de la sociedad para crecer y crecer. Finalmente, en un concierto de Rock, todo el mundo se daba la mano en comunión para hacer desaparecer a la criatura de aspecto terrorífico.

Pues esa bestia la vemos ya en España. Hay un odio palpable representado por los poderes de Madrid que no van a permitir un gobierno PSOE-Podemos. Ayer mismo el presunto criminal de lesa humanidad Aznar amenazó con la frase "que vienen los comunistas" y recordó que la última vez que estuvieron en el gobierno hubo una guerra civil en España.
Más claro imposible.
Y no busquen que los españoles se den la mano fraternalmente.

El régimen del 78 ha demostrado que los franquistas permitieron la pseudodemocracia a los españoles siempre y cuando nunca implantaran un gobierno de izquierdas. Recuerden que la ley de amnistía trató por igual a torturadores que a torturados.
Realmente no fue un cambio de régimen, se le cambió el nombre a la "cosa" y punto. Una impuesta transición hacia un sistema ideado por el dictador Franco.

Sigamos con el odio.
La aversión con saña que se perpetra contra los vencidos de la guerra civil se nutre por unos medios de comunicación que, como si fueran legión, invaden  tertulias pregonando el desastre total que le viene encima a España. 
Sin olvidar que fueron los mismos progres los que alimentaron a las alimañas de VOX. Esos medios afines al Estado se hartaron de escribir artículos aseverando que la justicia española es tan garantista y tan democrática que hasta permite a un partido de ultraderecha personarse en una causa política.
Horas y horas de publicidad a ese tipo chiflado y guerracivilista que habla en castellano antiguo. Todo un personaje el Ortega Smith que no hubiera pasado de friki si el PSOE se hubiera puesto serio ante VOX. Pero contra los catalanes ya va bien que haya una ultraderecha. Pues ahora la tienen más que nunca en España. Y, cuidado, la comunidad y la ciudad que más beneficios tiene por el efecto capitalidad está en manos de VOX.
Esa gente va a todos los actos institucionales donde también van los jueces, los fiscales, los del tribunal constitucional, los altos funcionarios, los militares, las cloacas, la casa real...
Guerracivilistas con poder mezclándose con el poder.

Y lo terrible es que VOX es el partido político al que votan las fuerzas de seguridad del Estado, el ejército y lo freikorps... 
Yo, si fuera Pedro Sánchez, empezaría a mirar lo que le ha ocurrido a Evo Morales...

En todo caso, los catalanes debemos mirar todo esto de lejos. No hay que investir a Pedro Sánchez, que hayan unas terceras elecciones y que se maten entre ellos.

Volviendo a Aznar, dijo que antes se fracturaría Catalunya que se rompería España... Creo que, de momento, la fractura está en España...