El presupuesto del Instituto Cervantes de los últimos años ha pasado de los 120 millones del 2017 a los 129 millones del 2019.
En todo caso, la aportación estatal (2019) es de 64,7 millones al año. Una cifra que creció sobe todo en el 2016 debido a que ese agujero sin fondo que es el Cervantes pasó de perder (de media) unos 5 millones al año a 20 millones.
Y en España las pérdidas se solucionan, evidentemente, poniendo más...
Qué fácil, ¿no?
Por eso, en el 2016 se pasó de 52 millones a 63 millones la subvención estatal.
Y esa cantidad que aporta el Estado no es casual, desde Madrid aseguran que haya para el gasto de personal.
Dicho eso, los catalanes contribuimos con el 25% de lo que recibe el Cervantes. Ellos, en su memoria, explican que también promocionan el catalán, el gallego o el euskera, siempre y cuando aportes algo... Tal como hizo la Generalitat de Valencia el año pasado con 80.500 euros para promover el libro valenciano.
Lo normal sería que el Estado español aportara algunos millones a la Ramón Llull, no solo porque es el segundo idioma más hablado de la península sino porque los catalanes pagamos la 1/4 parte de todo...
Pues no, la subvención estatal es CERO...
Que lo sepas...
Sí, el Estado Españomonger sólo da muestras de egoísmo como en algunos países, incluyendo Siria yihadizada (alias Estado Islámico).
ResponderEliminarEfectivament, l´important és enfortir Madrid, que en el fons no deixa de ser el mateix que enfortir Espanya.
ResponderEliminarhttps://antillirista.blogspot.com/2019/07/espana-castella-madrid.html
els espanyols volen guanyar per golejada i no ens deixaran respirar ni econòmicament ni políticament
https://antillirista.blogspot.com/2019/07/volen-guanyar-100-0.html
Dos policías españoles se llevan a comisaría a un hombre por dirigirse a ellos en valenciano
ResponderEliminarhttps://www.elnacional.cat/es/sociedad/denuncia-hablar-valenciano_405775_102.html
Llevan a la comisaría a alguien por hablar en valenciano, y queréis que financien el Ramón Llull. El Gobierno español (los españoles) solo gastaría dinero para aniquilar el catalán, pero nunca para potenciarlo.