Qué tiempos aquellos...
Ahora está cerca de los 1,2 billones...
Fácil de explicar; España solo debe contabilizar en los presupuestos la partida anual para ir devolviendo la deuda.
Por ejemplo, pongamos que el Gobierno de Madrid se endeudará este 2019 en 100.000 millones más y que debe devolverlo en 10 años. A Europa solo le preocupa que la remesa de 10.000 millones anuales no hagan sobrepasar el déficit del 2,5%.
Eso sí, cuanta más deuda que devolver, más recortes en los ministerios y en las transferencias autonómicas. Si se fijan, España ya no hace autovías, casi ni AVE... Ha terminado esa época en la que se gastó 6.000 millones en el aeropuerto de Barajas y 5.000 millones en Cercanías Madrid...
Alguien pensará que podrían recaudar dinero poniendo una viñeta en la red de carreteras del Estado...
Ya, pero eso beneficiaría a las empresas de Catalunya...
Sí, tal cual, el empresariado catalán ya sabe lo que es apartar un 10% del margen en peajes. ¿Imaginen ustedes que las empresas de Andalucía o Castilla la Mancha tuvieran que pagar una viñeta...?
Serían menos competitivas. Por eso, ya les digo yo que inventarán algo para que solo las empresas de Catalunya sigan pagando el peaje mediante algún enloquecido impuesto por kilometraje o superficie regional...
Para terminar, si miran otra vez la tabla de arriba, observarán que desde el año 2014 el Estado español no se había endeudado tanto como en el primer trimestre de este 2019.
Todo va a reventar muy pronto y eso que todavía no están devolviendo los 15.000 millones anuales que el Estado pide para pagar las pensiones, En 7 años se solapará todo, aunque no creo que dure tanto España...
¡A POR ELLOS!
Como dije artículos antes y lo vuelvo a decir: a vender municipios, incluyendo Ceuta y Melilla.
ResponderEliminarPueden subastar el Museo del Prado.
EliminarPueden vender las joyas de la corona, el patrimonio nacional,....
El director de El País se pone nervioso:
ResponderEliminarJuegos oscuros
La acción exterior de los secesionistas exige con urgencia consenso interior
La quinta fuerza política en Alemania, Die Linke, registró el pasado jueves en el Bundestag una moción en la que se exige del Gobierno de Berlín que se interese por la supuesta violación de los derechos humanos de los dirigentes independentistas juzgados en el Tribunal Supremo español. La moción tiene pocas posibilidades de prosperar, pero ha permitido advertir la estrategia internacional adoptada por los partidos secesionistas, así como el grave coste que, en el exterior, está pagando España por la ausencia de consenso político interior.
La moción presentada en el Bundestag, además de las gestiones entre bambalinas de los independentistas en el Consejo de Europa, pone sobre aviso de que la llamada internacionalización del conflicto que éstos persiguen no se está desarrollando solo ni principalmente en el terreno de la opinión, sino, sobre todo, en el ámbito de organismos multilaterales y en los Parlamentos de algunos de los principales Estados europeos, como el francés hace pocas semanas o el alemán en estos momentos. La Generalitat y el Parlament se han desentendido de resolver los problemas de los ciudadanos de Cataluña, pero no de utilizar todos los resortes institucionales a su disposición para manipularlos, transmitiéndoles la falsa apariencia de que la causa de la secesión avanza en el mundo.
En esta estrategia, el simple registro de una moción en una Cámara legislativa extranjera, que es un acto procedimental obligado, se presenta ante los votantes independentistas como una condena en firme del sistema democrático español, que ni se ha producido ni es previsible que se produzca en ninguna instancia. De igual manera, promover esas mociones asociando el nombre de España al de otros países cuya democracia está en cuestión, como Turquía, sólo busca el efecto propagandístico de la contigüidad, a sabiendas de que en el asunto de fondo no existe relación alguna. O mejor, existe, pero solo entre el comportamiento de esos Gobiernos bajo sospecha y el de la Generalitat.
Éste no ha dudado en cerrar el Parlament cuando le ha convenido, suspender una Constitución democrática en una votación de rutina y bajo una presión de la calle que él mismo alienta, utilizar las fuerzas y cuerpos de Seguridad a su mando con fines partidistas o mantenerse pasivo ante el hostigamiento a los no nacionalistas en las poblaciones del interior de Cataluña, incluidos los niños en las escuelas. Y todo esto bajo la mirada indiferente de un president que jalea a los autoproclamados comités de defensa encargados de estas acciones y que se declara a sí mismo títere de un fugado de la justicia sin representación institucional alguna.
La actual estrategia internacional del independentismo, que se apoya en redes deslealmente establecidas para cuando se presentara la ocasión bajo la presidencia de Jordi Pujol, hoy investigado por corrupción, no exige tanto una respuesta propagandística como una acción inequívocamente política, cuyo primer paso es el consenso entre fuerzas parlamentarias. El comportamiento de la Mesa del Congreso aún conducida por el PP y Ciudadanos, evitando dirigirse al Bundestag en relación con la iniciativa de Die Linke, es la prueba de que no sólo los independentistas buscan beneficios en el conflicto. Ni los ciudadanos de Cataluña ni los del resto de España merecen ser víctimas de juegos tan oscuros.
https://twitter.com/Heraldodeplata/status/1129354108471840768
ResponderEliminarIMPORTANTE NOTICIA SOBRE EL PROCÉS: El TEDH acaba de admitir a trámite la primera demanda contra España sobre el PROCÉS, presentada por el letrado J. Asensio contra los Reales Decretos por los que cesaron al President Puigdemont y a su Govern por presunta violación del CEDH.
Jordi, puedes incluir esta imagen?
ResponderEliminarhttps://pbs.twimg.com/media/D6wTAzjWkAI6wCO.jpg
Servirá para otro post.
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