Ni siquiera el hecho de que tenga residencia fuera de España impide a quienes tienen nacionalidad española presentarse por una circunscripción (local o de un país europeo).
Aunque, si Puigdemont se presentara a las elecciones por España, difícilmente podría convertirse en miembro del Parlamento Europeo sin antes pasar por Madrid. Esto ocurre porque es en la capital española donde se sitúa la sede de la Junta Electoral Central, la encargada de expedir las actas de eurodiputado, que deben recogerse de forma presencial.
Según dispone el artículo 224 de la Loreg, «en el plazo de cinco días desde su proclamación, los candidatos electos deberán jurar o prometer acatamiento a la Constitución ante la Junta Electoral Central». De no hacerlo, la Junta Electoral deja vacantes los escaños obtenidos, bien hasta que el electo se persone o bien hasta que renuncie. Pero este acto de juramento o promesa es, repito, presencial, a diferencia de por ejemplo el acatamiento que se hace en el Parlament, en el que vale con enviar un escrito para conseguir la condición de diputado.
En cambio, los presos -por ejemplo Junqueras- solo debería pedir un permiso especial, pudiendo incluso el juez de instrucción facultar al líder de ERC a obtener la credencial de diputado de forma no presencial, interpretando la ley española como ya ha hecho en sobradas ocasiones respecto al reglamento del Parlament para denegar permisos a los presos.
Por lo tanto, los exiliados políticos pueden presentarse por la circunscripción española, pero no podrían ser eurodiputados aunque lo consiguieran en las urnas.
Los presos políticos podrían serlo siempre y cuando no haya una sentencia firme que los inhabilite.
¿Pueden presentarse por una circunscripción europea?
Sí, y el que lo tiene más fácil es Puigdemont.
Sus amigos de la Nueva Alianza Flamenca (N-VA) obtuvieron 4 eurodiputados en el 2014.
Fue la formación ganadora de esas elecciones europeas en Bélgica.
¿Qué dice la ley europea?:
El artículo 22, apartado 2, del Tratado de Funcionamiento de La Unión Europea (TFUE) dispone que «todo ciudadano de la Unión que resida en un Estado miembro del que no sea nacional tendrá derecho a ser elector y elegible en las elecciones al Parlamento Europeo en el Estado miembro en el que resida»
O sea, el partido flamenco N-VA podría poner en sus listas a Puigdemont para que fuera Eurodiputado.
Y no debería volver a España para recoger el acta ya que se regiría por la ley electoral belga. Por cierto, en Bélgica sí que hay más de una circunscripción.
¿Qué dice la ley belga?:
«Además de los ciudadanos belgas mayores de 18 años, pueden adquirir en lo sucesivo la condición de electores para el Parlamento Europeo y ser habilitados para ejercer su derecho de sufragio activo por los candidatos que figuren en las listas belgas:
-los belgas que hayan fijado su residencia efectiva en otro Estado miembro de la Unión Europea.
-los nacionales de los demás Estados miembros de la Unión Europea mayores de 18 años que tengan su residencia habitual en Bélgica y que no hayan sido privados de sus derechos de sufragio en su Estado de origen»
(Fuente: http://www.europarl.europa.eu/workingpapers/poli/w13/country_es.htm)
Solo habría un pequeño problema sobre la interpretación de la ley belga.
Ya que Puigdemont solo podría presentarse por el partido N-VA, es decir, en la circunscripción flamenca, es obligado saber el idioma neerlandés, aunque una interpretación de la ley sería que la obligación de conocer la lengua solo rige para los candidatos locales, quedando exentos los extranjeros.
En fin, sería un puntazo que Puigdemont consiguiera su acta por Bélgica porque, entonces, ni siquiera una orden europea de detención sería suficiente para perder su condición de eurodiputado ya que la justicia belga rechazó la petición de la fiscalía española.
Y que mas da. Eso nos va a llevar a la independencia? No. Ahora ya ni se persigue la independencia, elecciones juicios en eso queda todo?
ResponderEliminarVaya estafa.
Trol
ResponderEliminarhttps://diario16.com/cero-apellidos-catalanes/
ResponderEliminarUn texto a leer.
EliminarGracias Jordi por las aclaraciones (y por el curro).
ResponderEliminarContestando a Anónimo que termina con lo de "Vaya estafa" no puedo sino estar de acuerdo. Nos han estafado, nuestros políticos nos han estafado. Ya lo dijo, de otra manera, Clara Ponsatí, hace ya mucho tiempo cuando pocos nos dábamos cuenta de la "jugada", y si Clara Ponsatí lo dijo es que ella, a su vez, se consideraba estafada, aun siendo miembro del Govern.
Sin embargo, es lo que hay.
Hay unos políticos que donde decían "Decía" nos mentían (su plan era otro - Santi Vila es el paradigma que desvela la mentira, no por su bajada del carro, sino porque sabía que otros iban de farol y, él personalmente, no quería comerse el marrón, de hecho se comerá menos marrón).
Pero aquí hay otra parte que es mayoría, la de los catalanes que votaron independencia y que mucho me temo no se bajarán del carro. Digo mayoría en comparación de los políticos que ahora están dispuestos hasta a vender a su madre con tal de no ser demasiado castigados y, también, en cuanto a cifras porque 47% de independentistas, menos 20% que nunca vota (y eso en una tasa de participación electoral fuera de serie 80%), más un porcentaje no cifrable pero consistente que no son abierta y militantemente unionistas, hace que el independentismo, en Cataluña, a fecha de hoy es ampliamente mayoritario.
La pregunta del millón es si nuestros políticos están dispuestos a hacerlo valer u optan, por decirlo sencillamente, por sus poltronas.
Continuará ...
No es una estafa. Es una partida cuyo final el es jaque mate. Se prueban movimientos y se debe improvisar. De momento vamos ganando: ganamos votando, ganamos gracias a los porrazos que nos dieron, ganamos con los presos y los exiliados, ganamos porque no desfallecemos, vamos ganando y con el juicio nos comeremos la dama. Positivo, nunca negativo
EliminarNo creo ser negatifo sino positifo. Porque, en primer lugar, para ser positifo hay que hacer un análisis certero de la situación. En caso de no hacerlo se corre el riesgo de autoengañarse.
EliminarQue fue una estafa para mí no hay duda. Porque no fue publicada ni en el Butlletí Oficial del Parlament de Catalunya ni en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya y porque no hubo ni el gesto simbólico de arriar la bandera española del Palacio de la Generalitat. Vamos que esto va a misa, como va a misa que no es lo que se trasladó a la ciudadanía, a saber, que en el caso de que en el referéndum ganase el sí, se daría curso a un proceso constituyente, obviamente paulatino.
No recordar esto es autoengañarse.
Hubo estafa.
Otra cosa es la respuesta de la ciudadanía, de esos 2 millones y pico de votantes que votaron SÍ por supuesto que ésta (yo) vamos ganando pero tenemos que tener claro que con ciertos políticos mejor no contar, y es más, mejor empezar a separar paja de trigo porque los de la poltrona son capaces de mantener el procés del procés hasta que les llegue el tiempo de ir a criar malvas.
Positifo SÍ. Ingenuo o tonto del haba, NO (no lo digo por ti, por supuesto).
Puigdemont spreekt vele talen, dus hij kan vlaams leren…
ResponderEliminarPuigdemont no té dificultat per les llengues…