Viendo lo bien que les ha salido la huelga a los taxistas de Barcelona, no entiendo cómo los trabajadores de CaixaBank no le hacen una de indefinida a la -otrora- caja catalana.
Los despedirán con miserias de 33 días por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades y la "peña" lo acepta como si fueran corderos en el matadero...
Y cuidado con el chantaje, que si no lo hacen voluntariamente será peor...
Ahora que la gente vive hasta los 85, resulta que a los 55 ya tienen que pasarse la vida viendo obras...
En todo caso, cuesta ver huelgas en el sector bancario. Supongo que los culpables son los inútiles de los sindicatos.
Solo en las cajas de ahorros, en los últimos años se han perdido docenas de miles de puestos de trabajo.
Curiosamente, ni antes ni ahora, se ha escuchado una propuesta de huelga laboral.
Prácticamente ni un encierro, ni una huelga, ni una concentración pública, ni una palabra más alta que otra de UGT y CC.OO. contra las tropelías y abusos perpetrados por algunos directivos de cajas y bancos ni contra sus nefastas consecuencias laborales.
Como el medio laboral de la banca no es idílico, la explicación a esa ausencia de respuesta sindical a los despidos masivos en el sector financiero, se puede explicar por dos singularidades:
- Los sindicatos mayoritarios han estado presentes en los consejos de administración de las cajas de ahorros.
- Los representantes sindicales en la banca privada reciben un trato exquisito por parte de los banqueros. Las atenciones y el mimo hacia los sindicalistas profesionales son superiores a los de cualquier otro sector.
En fin...
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