Las fábricas de coches españolas afrontan un reto como quedó claro cuando PSA amenazó de llevarse el Opel Corsa de la fábrica de Figueruelas (Zaragoza) si no lograba rebajar los gastos salariales. Algo que puso los pelos de punta a la industria de la automoción española.
La planta mañica tembló ante la posibilidad de quedarse sin la mitad de la producción mientras delató una debilidad que se extiende por todo el país: el sistema se nutre de coches baratos en los que es más importante el coste que el valor añadido aportado.
Las marcas escogen la península para ensamblar los modelos más básicos del catálogo. En España y Catalunya se fabrican los modelos que no podrían ser competitivos en mercados como Francia, Reino Unido y Alemania de Aragón. Una realidad low-cost que debería pasar por captar vehículos de más valor.
Eso sí, todavía se producen coches gracias sobre todo a que en el 2017 de la factoría de Volkswagen en Navarra salieron hasta 244.000 automóviles de este tipo. Más de 230.000 Renault Captur se confeccionaron en las instalaciones de la firma francesa en Valladolid, Después, el Opel Corsa, con 196.000 unidades, y el Seat Ibiza, con unos 150.000 vehículos salidos de Martorell, completaron la parte alta de la clasificación. Todos del segmento más bajo de cada compañía.
Es evidente que mientras los centros de decisión estén fuera, será difícil fabricar alta gama.
Un ejemplo es que el Seat Tarraco, el coche más grande de la compañía, se producirá en Wolfsburgo.
Es más, Martorell perdió en verano el Audi Q3 en detrimento de la llegada del Audi A1, otro modelo compacto como el Seat León y el Seat Ibiza que ya poblaban las otras líneas de la planta.
Desgraciadamente son modelos que muy pronto se podrán ensamblar en Marruecos con trabajadores bien formados que cobran cuatro veces menos que los españoles...
Actualmente, en la monarquía autoritaria del norte de África, ya hay plantas de PSA y Renault. Y todo apunta que en el 2025 se le unirán Ford y Volkswagen, además de FCA y algún constructor chino...
Prácticamente todas las marcas que se montan en España se podrán hacer en Marruecos... Lo terrible es que los proveedores de componentes también se han instalado en el clúster marroquí (las japonesas JTEKT, Furukawa y Mitsui Kinzoku ya están allí...).
En fin, una era de transición que podría destruir la industria automovilística española. Con una crisis social guerracivilista.
News....
ResponderEliminarMe acaban de enviar vídeo con la presentación en Granada del nuevo partido del Islam: UNIÓN Y RENACIMIENTO DE ESPANYA...
Se organizan para defender sus minorías oprimidas y pretenden llegar a tener representación en el parlamento español.
Uiuiuiuiuiiiiiii...ya lo saben los de VOX, PP y Cs? Ahora viene cuando han de salir a combatir con valor hispano a los sarracenos 😼
Gracias Jordi por publicar informaciones de enjundia.
ResponderEliminarNo es por darte pomada, pero tu trabajo no tiene precio.
Gràcies.
El futuro de España debería darnos miedo a todos...
EliminarLa cuestión catalana hace que nada avance.