Scoot abre en Barcelona su primera sede fuera de EEUU para convertirla en un hub europeo.
La empresa, fundada en San Francisco en 2012, pretende convertir a la capital catalana en el hub europeo de su proyecto en el viejo continente. Por ello, este lunes pasado ha iniciado sus operaciones ofreciendo el alquiler de centenares de bicicletas eléctricas y hasta 500 motos eléctricas, que han sido fabricadas por la empresa Silence en la localidad barcelonesa de Molins de Rei.
El usuario puede acceder al servicio a través de una aplicación que permite localizar los vehículos disponibles en tiempo real. El alquiler tiene un precio de 10 céntimos por minuto para las bicicletas y de 20 en el caso de las motocicletas. El objetivo es ayudar al usuario a desplazarse por la ciudad de un modo rápido, sostenible y económico. Sobre el plan de expansión en Europa, la compañía afirma que intenta llegar a nuevas ciudades en 2018 y trabaja en colaboración con funcionarios locales y grupos empresariales.
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