Ante la lista conjunta (o NO) hay que tener en cuenta quién puede heredar los votos que obtuvo Unió en 2015.

La pregunta sería si hay alguno de esos 100.000 apoyos que obtuvo Unió que sea aprovechable... Y, si lo hay, ¿votará antes a una lista conjunta o al PDECat...?

Es posible que si la marca blanca de C’s se presenta (Lliures, el partido del marido de la Arrimadas) muchos votos de Unió se irán hacia esa formación. Y a quien perjudicará mas será al unionismo porque volverá a ser una cantidad considerable de votos tirado a la basura.

Lliures no tiene ninguna posibilitad salvo que vaya en coalición con alguna formación unionista. Hay que recordar que ese partido no gozará de minutos en los informativos ni podrá salir en debates, tal como si pudo hacer Unió que heredó presencia por haber sido parte de CiU.

El problema puede venir entonces si los de Unió se decantan por otras formaciones monárquicas.
Ciertamente, el votante de Unió, tiene unos valores catalanistas que hacen dudar que apoyen en masa a un C’s que enarbola la bandera española en todos los mítines.

Por lo tanto, es posible que algunos se decanten por la derecha españolista y otros se abstengan, esto último no afecta al soberanismo.
Y, por decencia, es probable que algún voto vaya al PDECat...

Así que, bien harían los políticos en pensar todas las posibilidades y probabilidades antes de decidir ir juntos o separados.
Desde este blog considero que, aunque con los mismos datos, hace 2 años, hubiéramos conseguido un par de diputados más, cierto es que una lista conjunta puede desmotivar a algunos o alentar a otros. La única diferencia importante son los minutos en los medios, algo que no es baladí...

Además, Junqueras debe encabezar ERC y Puigdemont el PDECat.