Hay empresarios españoles que quieren la independencia para instalarse en Catalunya.

Muy interesante esta entrevista al presidente de la CECOT, patronal catalana que aglutina a 6.000 empresas y 40 gremios.

Antonio Abad sufrió un brutal ataque por parte de las cloacas y Crónica Global/El Español que querían que la asociación que preside fuera expulsada de FOMENT.
Consiguieron lo contrario, el patrón de la CECOT suena para liderar Foment del Treball...

-¿La Cecot es una organización empresarial pro-independencia?
-Nosotros no hemos tomado ninguna posición pro- independencia ni antiindependència.

-Pero la gente la considera pro-independentista.
-Desde la Cecot represento muchos empresarios que piensan de maneras diferentes. Ahora, hemos conseguido que la Cecot podamos hablar de todo, y de eso también. En otoño del 2012 hicimos una encuesta y el 98% de los empresarios dijeron que no podíamos continuar como hasta ese momento y expusimos qué alternativas había. La que tuvo más adeptos fue la de creación de nuevas estructuras de estado, que quedó un poco por encima del 50%.

-¿Y cómo se llegó a crear esta conciencia?
-Los países que van bien nos explican que la sociedad política y empresarial hablan continuamente, con discreción, y se ponen de acuerdo sobre prioridades, calendarios y hacer el seguimiento. Juntos toman mejores decisiones. En España no se dialoga desde la transición y ahora pagamos esta anomalía. La sociedad política nos sigue mirando a la sociedad empresarial por encima del hombro y esto trae malas dinámicas y un cierto deterioro de la democracia. Y afecta a la competitividad de país. Qué esto continúe así nos hace sentir incómodos.

-¿Las empresas pequeñas son más partidarias de la independencia que no las grandes?
-La encuesta que comentaba también nos deshizo aquella caricatura que el empresario que tiene una empresa pequeña es el pro-independencia. Pues no, la dimensión de la empresa no tiene ningún papel diferenciador. El hecho que marcó más la respuesta de las empresas fue donde tenían los mercados. Esto significa que, cuanto más internacionalizada es la empresa, menos le preocupa que el futuro pueda ser con nuevas estructuras de estado o no. Todos piensan que se adaptarán. Todo el mundo se adaptará.

-¿Si en 2012 llegasteis a esta conclusión ahora que ya estamos en el 2017, como lo veis?
-¿Ves que sigue fallando el diálogo. Sabes que el problema de la economía española es la falta de calidad de la democracia. Y de eso, nos resentimos mucho los empresarios. Un caso muy claro es el corredor mediterráneo. Hoy los empresarios de Almería, Murcia o Valencia -que últimamente están tan activos- nos planteamos si pedimos responsabilidades a los gobiernos, que no han querido tomar nunca unas decisiones que tendrían unas consecuencias tan positivas en términos de actividad económica y que repercutirían en un bienestar colectivo.

-¿La historia del corredor es muy frustrante?
-Cuando falla el diálogo de una manera tan clamorosa, cuando falla el sentido común, tenemos que empezar a exigir, porque los recursos son nuestros. No podemos aguantar este punto de irracionalidad y falta de diálogo. A los empresarios nos interesa un país que tenga la persona en el centro. No hay nada mejor que tener personas cultas, personas formadas, con criterio propio. Para nosotros es uno de los tres puntos principales: la formación de las personas, sus valores y sus actitudes. Esto es lo que hace diferentes los países y queremos que sea primera prioridad. Y nos atrevemos a decir más: el nivel de baja comprensión lectura, de abandono escolar o de fracaso escolar en este país no es por azar.

(...)

¿En estos cinco años todo ha empeorado?
-En política ha empeorado. Los empresarios, con mucho acierto, nos hemos refugiado en nuestras empresas y nos hemos dedicado a hacer empresa, a pesar de no tener las cosas que nos podían hacer avanzar mucho.

-¿Y si el sí gana el referéndum?
Que ganara el referéndum significaría que hemos sido capaces de plantear una pregunta. Ir a votar nos parecería a todos imprescindible. Si hacemos la pregunta habremos ganado todos. Después ya veremos quién gana. Por razonabilidad, pienses lo que pienses, llega un punto que lo que cuenta es qué nivel de democracia tenemos.

-¿Durante la campaña del 9-N, el gobierno español intentó asustar con la economía?
-Aquí hay mucho ruido promovido por pocos. Aquí nadie romperá nada. Ni lazos familiares, ni relaciones empresariales, para que todo esto funciona con la cabeza y no con las tripas. Con la radicalidad de tripas no se va a ninguna. La solución hoy mayoritariamente es la de hacemos la pregunta y ponemos argumentos. El discurso del odio o del miedo tiene pésimas consecuencias. Debemos fomentar buenas actitudes.

-¿En una república catalana todo sería diferente?
-¡Sí, claro! Se debería entender que las personas físicas y jurídicas contribuimos y, por tanto, juntos tomamos mejores decisiones. Lo que no sea eso es extemporáneo, es caduco. Es muy diferente tributar que contribuir. Piensa que hay empresarios españoles que me dicen que si nos vamos para hacerlo bien, es decir, para cambiar esta manera de funcionar, vendrán a Cataluya.



Entrevista entera (en catalán) aquí:
http://www.vilaweb.cat/noticies/antoni-abad-hi-ha-empresaris-espanyols-que-em-diuen-que-si-marxem-per-fer-ho-be-vindran-a-catalunya/