¡Que inventen ellos! dijo Unamuno...
El "creativo" que debía hacer el número musical de presentación de los Goya pensó que lo más fácil era plagiar el de los Tony del año 2013... Pero, cuando digo plagiar, digo copiarlo todo pero en cutre. Todo el número entero fue burdamente ultrajado...
Y claro, uno cavila ¿por qué?
¿Por qué el tío, tía o tíe que montó el número pensó en robar algo que está en las redes?
¿Por qué no le importó que pudieran pillarlo?
¿Por qué el imbécil del presentador -y actor de segunda- se atrevió a hacer el numerito en vez de renunciar a ello.
¿Quién es esa piltrafilla humana del Dani Rovira por pretender imitar al gran Neil Patrick Harris...
Son esas cosas que casi prefieres no saberlo. Porque si es cierto que tanto les da, tenemos un problema de amor propio brutal. Y si pensaban que nadie se daría cuenta demuestran ser unos inútiles redomados.
¡Joder!, haber puesto a 4 sevillanas bailando, a un travesti y a Martes y trece...
Cuidado, seguro que en alguna cadena extranjera pasarán el plagio y se mofarán con toda malicia.
Y luego están esos incautos jubilados que debieron pensar: qué bonitoooo... ¿has visto qué original Rosaura?
Nunca sabrán la verdad...
Es bueno comprobar que esa epidemia de falta de originalidad ha contagiado a España pero no a Catalunya. El cine catalán por fin ha encontrado su personalidad y sus directores son codiciados por la industria de Hollywood. Y con un Ramon Térmens que rueda con una maestría propia de Kubrick.
En fin, el propio premio es un plagio...
Ya ven, y el cine español quejándose de piratería...
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