Un joven ingeniero catalán crea un aparato para controlar las piedras del riñón.

En España se investiga lo mismo que en el cuerno de África...
Por suerte en Catalunya no.


Dicen los expertos que estamos ante un cambio de paradigma. En el sector sanitario, la medicina actual, basada en el modelo curativo en el hospital, pasará a la prevención desde casa. La tecnología ayudará a hacer esta transformación que ahorrará, dicen, mucho dinero.

La empresa de Mataró, Global Health Home Devices, dirigida por un ex alumno de la UPC, trabaja en un dispositivo que permitirá a los pacientes con litiasis renal, es decir, piedras en el riñón, hacer un seguimiento diario de su enfermedad.

Garganta es ingeniero industrial e ingeniero en automática y electrónica. Estudió las dos carreras simultáneamente en el campus de Terrassa de la UPC, entre el 2003 y el 2009. Fue número 1 de las dos promociones. Tiene 28 años.

El dispositivo es todavía un prototipo. La parte electrónica y la programación se ha hecho en Terrassa, concretamente en el Centro de Desarrollo de Sensores, Instrumentación y Sistemas (CD6). Hay colaborado otros 2 centros tecnológicos en el Vallès: el Grupo de Transductores Químicos y ASCAMM de Cerdanyola. La empresa de Rubí, CIPSA Circuitos, colabora.

El aparato se ha presentado en la reciente edición del congreso de biotecnología y farmacéutica Bio-Europe Spring, en Barcelona, ​​y podría comercializarse en enero de 2014. Se distribuirá a nivel mundial.

El dispositivo definitivo será un poco más pequeño que el prototipo, pero muy fácil de usar. El vaso se depositará la primera orina del día. Un único botón y un display indicará al enfermo que tiene que hacer en todo momento. Si se enciende la luz verde, la medida es correcta. La azul indicará que el paciente está por debajo del nivel normal y la roja, por encima. En estos 2 casos, el paciente deberá tomar la medicación que su médico le recete.

Rosendo Garganta, director de Global Health Home Devices asegura que "a partir de una medida que hacemos de la orina, somos capaces de decirle al paciente qué producto natural o farmacológico debe tomar para corregir el funcionamiento de su organismo."

Ya se han hecho algunos ensayos clínicos y técnicos y los resultados son prácticamente idénticos a los de otros dispositivos de laboratorio mucho más caros. Este aparato se venderá en las farmacias por menos de 100 euros. Los de laboratorio cuestan 3.000.

Para rebajar los costes de fabricación, Garganta ha sustituido el sensor de cristal de los aparatos de laboratorio por silicio. Dice Rosendo Garganta que "normalmente un aparato de laboratorio contiene un sensor de cristal. Es un sensor específico, que cuesta mucho de fabricar, tiene problemas de limpieza, de calibración y es caro. Nosotros hemos cambiado el cristal por silicio. De una pequeña porción de silicio podemos obtener muchísimos chips, para fabricar muchísimos sensores y ahorrar mucho dinero ".

Todo el proyecto se gesta y nace en Catalunya. La producción en serie del aparato se hará, muy probablemente, en el Vallés. El joven ingeniero ha declarado que quiere que todo el dispositivo se fabrique en serie en Catalunya.


Rosendo Garganta ya trabaja en otros dispositivos para otras patologías. Concretamente están estudiando un aparato para detectar el cáncer de mama.
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