Todo el Mundo sabe que España es un país inventado, un estado sin nación. Un territorio con muy poca historia democrática, no suma ni 50 años de sufragio universal entre todos sus periodos constitucionales.
Y todo el planeta lo sabe.
Mientras España reparte odio y mentiras en contra de los catalanes, los dirigentes mundiales tienen muy claro lo que representa Catalunya en la lucha por las libertades. |
El expresidente del Brasil Luiz Inácio Lula da Silva tras ser galardonado con el XXIV Premio Internacional Catalunya de manos del presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, y ante dirigentes de diferentes partidos y los líderes sindicales de CC.OO. y UGT de Catalunya, ha llamado a confiar en que "la crisis provocada por el sistema financiero internacional no es más grande que la capacidad del pueblo y la esperanza".
Así, ha destacado la importancia de no permitir que haya pasos atrás en las políticas sociales alcanzadas tras muchas décadas de reivindicaciones: "En Brasil estamos conquistando lo que ustedes conquistaron hace 30-40 años", ha añadido.
Para Lula da Silva, la Unión Europea (UE) es un patrimonio de la humanidad en el campo de la democracia que nunca imaginó que estuviera tan unida, pero ha avisado de que se detectan "defectos" en su seno. Pese a estas imperfecciones, ha abogado por incentivar el debate y el diálogo, y a no abandonar todo lo que se ha construido.
También ha aprovechado para lanzar críticas contra la gestión de la crisis en Europa y en el resto de mundo, y en concreto contra el sector bancario: "Se han invertido millones de dólares para salvar a un sistema financiero irregular". "¿Pero cuántos trillones de dólares fueron para garantizar puesto de trabajo en Europa y en el mundo entero", se ha preguntado.
En su intervención posterior, Mas ha elogiado la transformación social que ha vivido Brasil sobre la base de la justicia social, y ha asegurado que es lo que Catalunya y el resto del Estado hizo desde la década de los 70 en adelante.
Sin embargo, ha añadido, Catalunya tiene algunos interrogantes que cuestionan el mantenimiento del Estado del Bienestar como consecuencia de la "presión" que ejerce Europa y dentro del marco español, aunque la voluntad no es dar pasos atrás al respecto.
También ha apelado a Brasil a tener en cuenta lo ocurrido en España y Catalunya, alegando que los crecimientos económicos con bases poco sólidas, cuando la situación empeora, "se pueden volver en contra como un 'boomerang".
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