El Mundo sigue rabioso.

"EL GOBIERNO DA POR DESACTIVADO EL INDEPENDENTISMO EN CATALUNYA" dice el periódico exuberante (o "exuperante")...

Al contrario, España ha recibido un voto prestado.

Negar la evidencia es ponerse en evidencia...

Pongamos por ejemplo que, en una nación o región cualquiera del mundo, gana las eleciones un partido político con 75 diputados de 135 (como si fuera el parlamento catalán). Esos 75 diputados representarían el 55% de los votos en caso de referéndum (mismo porcentaje que se le pidió a Montenegro para ser el país que ahora es). Imaginemos también que toda la demás representación está en contra ( 6 formaciones políticas). Sería inviable, el señor que hubiera convocado esas elecciones tendría mayoría absoluta pero jamás podría tirar adelante un proceso de autodeterminación sin el apoyo de otros ideologías o coaliciones.

Sería un triunfo estéril...

En cambio, en Catalunya, decidieron repartir el peso de la autodeterminación, 4 partidos políticos de los 7 con representación en la cámara están a favor del proceso. Y de los otros 3, uno lo aceptaría en caso de que la consulta fuera legal (por ejemplo, organizada por Europa).
5 a 2, en el mejor de los casos, es muy superior que 1 a 6, aún con mayoría absoluta. Le da más legalidad internacional.
Y no sólo eso, esa ficticia mayoría abrumadora de los 75 diputados, con el 55% de representación, se queda corta al lado de los 87 diputados que están a favor del referéndum (107 si se incluyera el PSC).

¿Desactivado? depende de como se mire. En los resultados de hace semana hay otro factor que no se ha tenido en cuenta a la hora de interpretarlos. Quien ha recibido el voto prestado ha sido España. Sí, tal cual, el voto del miedo y el de muchos votantes de Unió y PSC que han ido a parar al PP y C's.
La gente le ha dado una segunda oportunidad a España.
Es evidente que ese voto tendrá el mismo recorrido que las perspectivas socioeconómicas. Si el paro baja, el consume sube y Rajoy ofrece a los catalanes un pseudo pacto fiscal, es lógico que ese voto españolista se mantenga. En cambio si las cosas van mal...

Aunque suene terrible, cuando peor, mejor para las expectativas independentistas.

De momento empezaremos el año con recortes en las pensiones. De la misma manera que los españoles utilizaron la campaña del miedo y del odio, sería bueno que, desde Catalunya, se empezara a pregonar que con la independencia los jubilados cobrarían más.

ESTO NO HA HECHO MÁS QUE EMPEZAR.