El fracaso del fracaso de la huelga.

La prensa reaccionaria, subvencionada y de ultraderecha de Madrid hoy está de enhorabuena. Celebran el fracaso de la huelga, el fracaso del trabajador, el fracaso de España...

Festejan que la miseria haya entrado por la puerta de la clase media. Se regocijan que la gente no pueda perder ni siquiera 50 euros de su sueldo para ir a la huelga. Alardean de haber vencido al pueblo, a las pobres personas desesperadas y depresivas que lo dan todo por perdido. Sin moral sin presente y sin futuro. El gobierno les ha mentido con la connivencia de la prensa, negro porvenir para ese oficio desacreditado que estaría en la más absoluta de las miserias si no contara con las ayudas y el subsidio, a fondo perdido,  de grupos económicos.

Hoy por hoy, en Madrid, los periódicos están en manos de un viejo decrépito con papada multiforme, de un pervertido sexual y de un franquista. El presunto grupo de izquierdas y nacionalista español está presidido por un tipo que gana más de un millón de euros al mes mientras echa a la calle a 140 trabajadores...
Las ondas sólo escupen odio con las embajadas catalanas como tema central.
Las televisiones más de lo mismo. Si no existiera el programa de El Gran Wyoming no habría ningún canal o programa que discutiera al gobierno. Y cuidado, Al rojo vivo está lleno de tertulianos babosos desde que la sexta es de Planeta.

 El español sigue secuestrado intelectualmente, sin el lóbulo central sus reacciones son las propias de un zombi retro. Todavía nadie se ha parado a pensar que la independencia de Catalunya es para meterle una patada en el culo a Madrid, ciudad en la que cada noche hay eventos y jolgorios patrocinados por sus tres gobiernos del mismo color y por las multinacionales que cada tres meses nos suben el recibo.
La vida asueta de los madrileños está sufragada por todos los españoles.

El eslogan de este blog dice: "Si el estado se dividiera en 17 países independientes nos ahorraríamos los 400.000 funcionarios de Madrid".
Y así es, Madrid nos roba a todos, la capital nos despoja de nuestro dinero, de nuestros recursos, de nuestros trabajadores, de nuestra cultura, de nuestras empresas, de nuestras infraestructuras, de nuestras inversiones.
Madrid nos usurpa la posibilidad de prosperar.

Madrid nos quita la vida.

Y su prensa se vanagloria de ello.

Un español...