Es posible que Madrid nunca tenga olimpiadas, la capital solo alberga un par de equipos de fútbol, dos de baloncesto y ahora uno de balonmano. Madrid es famosa por el chanchullo, el expolio y la vida asueta, perfecto para montar un gran casino lleno de cowboys, traficantes, putas, chulos y mafiosos. Mientras Barcelona ha dado la espalda al magnate judío, prefiriendo un modelo más familiar, la capital de todos los españoles ha optado por ser la capital europea del vicio.
Para quien piense que habrá dinero fácil, mentira, no lo habrá porque Eurovegas. tributará fuera de España (posiblemente en Irlanda o Luxemburgo, incluso Gibraltar) tal como hacen Bwin, Ebay, Amazon, Google, incluso Apple.
Que nadie espere buenos contratos, el megaproyecto hará cambiar la ley de estranjería para que puedan venir filipinos a trabajar en las mesas de juego, para luego vivir en guetos a las afueras del complejo.
Curioso que Barcelona World, -o sea, los catalanes- tributará en España y Eurovegas no.
Llamativo que la prensa casposa mesetaria hable mal de Enrique Balueños (tipo listo que supo vender todo lo que tenía antes de la crisis) y en cambio trate de santo varón al conservador del Likud. Es bueno recordar que, entre otros casos más escabrosos, Sheldon Adelson:
El año pasado, la empresa “Las Vegas Sands” reconoció que está siendo investigada por el Departamento de Justicia de EEUU y por la Comisión de Seguridad financiera por posibles violaciones de la ley sobre prácticas corruptas en el extranjero (una ley federal de USA). En concreto, que Sheldon Adelson sobornó a los funcionarios chinos para que le ayuden a abrir su imperio casino en Macau. Luego, el FBI decidió participar en la investigación y hasta los oficiales del gobierno de China decidieron multarle por violar las normas sobre los tipos de cambio internacionales.
Por otra parte, hay otra investigación no relacionada, por el fiscal de EEUU en Los Angeles. Quieren averiguar si la empresa Sands violó las leyes federales sobre blanquero de dinero cuando aceptó millones de dólares de jugadores acusados de tráfico de drogas y malversación de fondos.
El diario “Wall Street Journal” informó a principios de este mes de agosto que las autoridades federales están analizando si el casino debería haber denunciado esos fondos sospechosos al gobierno. Pueden leer el artículo del Wall Street Journal aquí.En vez de hacer lo debido, la empresa de Adelson aceptó 100 millones en dólares de un jugador y le dio habitaciones gratis en el hotel, muchísimas líneas de crédito y paseos en avión.
La empresa ha negado todas estas alegaciones – sufren del síndrome Julian Assange: “no, no, no, somos perfectos y no hemos cometido delito alguno, por el amor de Dios, ni lo insinúes”. Lo cierto es que hay algo más grave todavía que Esperanza Aguirre no ha dicho: ¿sabían ustedes que el futuro financiero de Adelson dependerá de los resultados de estas investigaciones federales? ¿En qué dejaría eso a Madrid si ocurre una desgracia y se decide finalmente permitir que Adelson instale su proyecto aquí?
En el año 2001, cuando China presentaba su candidatura para las Olimpiadas, estaba preocupada por una resolución pendiente en la Cámara de los Representantes, EEUU, que la habría condenado por su abominable historial en materia de “derechos humanos”. Para hacerle la pelota a China, Adelson llamó por teléfono a Tom Delay, en aquella época el líder de los Republicanos en el Congreso (y un beneficiario neto de la “generosidad” financiera de Sheldon) para convencerle a bloquear la resolución, según documentos jurídicos disponibles ahora. El señor Delay rápidamente prometió que la resolución no vería la luz del día y cumplió con su promesa. Al día siguiente, el vice-dictador chino le prometió una cantidad inagotable de jugadores para el casino en Macao.
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