martes, julio 30, 2013

Esperanza Aguirre en el país de las maravillas.

Este es el artículo que la Aguirre ha escrito en el ABC:

La semana pasada la empresa Las Vegas Sands presentó en el Registro de la Comunidad de Madrid su proyecto para construir en Alcorcón un complejo seis veces mayor que el que tiene en Las Vegas. Según este proyecto, cuando el complejo, que se llama Eurovegas, esté terminado en 2020, contará con 12 hoteles con 36.000 habitaciones, lo que supone un indiscutible apoyo a la candidatura olímpica de Madrid, que ahora tiene menos plazas hoteleras que Estambul o que Tokio, que son nuestras rivales. Eurovegas contará también con un pabellón para 20.000 espectadores, siete teatros con capacidad para unos 6.000 espectadores, tres campos de golf, decenas de restaurantes, 100.000 metros cuadrados de centros comerciales y seis casinos. En definitiva, Eurovegas será el centro de convenciones, ocio y turismo más grande de Europa.

Para poner en marcha todo esto Las Vegas Sands invertirá, en una primera fase hasta 2016, 6.000 millones de euros, que servirán para dar trabajo a más de 20.000 personas en el sector de la construcción y a 72.000 en el sector servicios.
En 2020, fecha de terminación de la tercera y última fase, se habrán invertido 17.000 millones de euros y se prevé que, entre empleos directos e indirectos, serán 261.000 las personas que trabajen alrededor de Eurovegas.

Las cifras de creación de empleos que presenta el proyecto son verdaderamente alentadoras en un momento como el actual, en el que el paro es la preocupación número uno de todos los españoles. Sin contar, además, con que Eurovegas será un estímulo muy importante para atraer más turistas a Madrid, que, según las previsiones del proyecto pueden pasar de los 9,8 millones de visitantes actuales a 20 millones.

Desde que hace más de seis años, Sheldon Adelson, el presidente de Las Vegas Sands, se puso en contacto con la Comunidad de Madrid para comunicar su intención de construir este gran proyecto, he creído que se trata de una magnífica oportunidad para Madrid y para España. Y si hace seis años, cuando la crisis económica no había terminado de mostrar toda su crudeza, ya me pareció una gran idea, ahora, cuando llevamos cinco años de crisis durísima, me parece una idea todavía mejor.



España, desde el siglo XIX, cuando fue descubierta por los primeros viajeros románticos, ingleses y franceses principalmente, no ha dejado de ganar interés como lugar de ocio, cultura y descanso para los ciudadanos que, ahora ya, quieren venir a visitarnos desde todos los rincones del mundo. No hace falta insistir en la importancia que el turismo ha tenido para el desarrollo de nuestra economía. Desde los años sesenta del siglo pasado el turismo ha sido la principal fuente de nuestra riqueza nacional y, gracias al esfuerzo de muchos empresarios y de muchos profesionales del sector, hoy somos una potencia mundial en ese campo, que, por otro lado, se ha convertido en fundamental en toda la economía mundial.

Que España sea un lugar ideal para visitar, conocer y descansar, es bastante lógico porque pocos países en el mundo habrá, si es que hay alguno, que tenga unos mares, unas playas, unos paisajes y unos monumentos históricos y artísticos de tanta belleza y de tanta importancia como los nuestros. Por eso no cultivar y no cuidar el turismo sería para los españoles un pecado imperdonable.
En ese sentido, me parece que un proyecto como Eurovegas está llamado a cumplir un papel similar al que representó el boom turístico de los años sesenta, el de ser una palanca sobre la que apoyar la recuperación económica en momentos difíciles. Es verdad que ahora somos ya un país plenamente desarrollado y entonces éramos un «país en vías de desarrollo», pero también es verdad que entonces como ahora necesitábamos de un empujón que activara la economía y el turismo lo fue entonces, como Eurovegas lo puede ser ahora.

Hay que recordar que ya en aquellos años surgieron voces que alertaban acerca de los problemas morales que el boom turístico podía acarrear y, sin embargo, los bikinis sólo trajeron consigo efectos positivos para los españoles: más libertad y más apertura para sus mentes. Ahora, también se denuncian los peligros morales que se asocian a los casinos (que hay que señalar que sólo representan el 3,1% de la superficie total del proyecto) pero no hay que olvidar que ya llevamos casi cuarenta años con casinos abiertos en España y que, además, ir a un casino no va a ser nunca obligatorio, y sí una decisión libre de personas adultas, que vendrán de todas partes del mundo.

Bienvenido sea, pues, este proyecto, que, al haber sido presentado oficialmente en la Comunidad de Madrid, ha dado el primer paso formal para convertirse en una realidad que ayude a la economía española a crecer y, lo más importante, a crear empleos.


EN FIN, YA VEN COMO LA ESPE ESCRIBE, COMO UNA NIÑA DE 10 AÑOS HACIENDO UNA REDACCIÓN.

QUÉ SUERTE QUE PARA EL 2020, POR FIN, MADRID AYUDE A LAS ARCAS DEL ESTADO ESPAÑOL, MÁS QUE NADA PORQUE PARA ENTONCES ESPAÑA PAGARÁ 150.000.000.000 DE EUROS POR LOS INTERESES DE LA DEUDA.

CREO QUE LA AGUIRRE NO TIENE NI IDEA DE LO QUE REPRESENTA CONSTRUIR 36.000 HABITACIONES DE HOTEL...

NI TAMPOCO LO QUE REPRESENTA PARA UNA CORPORACIÓN RABIOSAMENTE REPUBLICANA INVERTIR 17.000.000.000 DE EUROS.

Y LAS REFLEXIONES DE LA ESPE SON DEL TIPO BIENVENIDO MR. MARSHALL: BIKINIS, AÑOS 60, PLAYAS, MONUMENTOS ANTIGÜOS ( se ha olvidado de los museos...), SÓLO FALTAN LOS ABUELOS CON BOINA...

EVIDENTEMENTE EL ARTÍCULO ESTÁ LLENOS DE FALACIAS, DICE QUE LOS CASINOS SERÁN EL 3'1% DE LA SUPERFICIE TOTAL, COMO SI FUERA POCO, SUPONGO QUE HABRÁN CALLES, PARQUES, HOTELES... EN VEZ DE DECIR EL PORCENTAJE QUE DIGA LOS METROS CUADRADOS DE CASINO...

REIREMOS...

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